Comienza la primavera, la pradera inicia su crecimiento activo, la producción de leche va al alza, en general el campo se ve más lindo y probablemente todas las dificultades van quedando atrás, a pesar que la situación pueda mejorar el sistema lechero no se debe ver como un negocio donde se privilegian las ganancias a corto plazo por sobre la estabilidad en el largo plazo. El enfoque debe estar en crear un sistema que alcance los óptimos productivos, sea económicamente estable y en donde se tenga el control y conocimiento pleno de lo que sucede.
En los artículos anteriores se han ido revisando los temas claves para alcanzar un negocio atractivo y estable en el largo plazo. En esta ocasión abordaremos el tema de la mano de obra y su impacto en el negocio lechero.
Existe un hecho indiscutible, la mano obra es cada vez más escasa, los jóvenes prefieren migrar a la ciudad generándose un déficit en mano de obra calificada e incluso no clasificada y se nota sobre todo cuando llega la hora de reemplazar a un trabajador que se jubila o toma otros rumbos.
En este contexto además de la eficiencia y productividad aparece un nuevo elemento que se podría considerar como un factor “no monetario”, estos nuevos factores deben estar presentes en las relaciones empleado-empleador. Entre ellos, podemos mencionar la valorización del trabajo, respeto, opciones de capacitación y la existencia de un buen clima laboral. En algunas ocasiones “no todo es plata”, se ha demostrado que en predios donde hay buenas relaciones entre las partes, existe una mayor fidelidad de los trabajadores y estos pueden llegar a rechazar ofertas de otros predios. Resulta esencial que se generen los incentivos y creen las motivaciones externas, en conjunto al salario, es decir, que los trabajadores se sientan motivados internamente, más allá del sueldo que reciban. En definitiva, no se debe descuidar estos factores “no monetarios”, sobre todo si contamos con un personal que responde a nuestras expectativas y exigencias productivas.
Por otro lado, con la finalidad de alcanzar buenos niveles de utilidad en la lechería, la mano de obra debe alcanzar ciertos niveles de productividad y costo por litro de leche. Una característica de la mano de obra lechera chilena es su baja productividad, lo que contrasta con lo que ocurre en otras naciones lecheras. Según Subercaseaux (2012), “La productividad del trabajador lechero chileno es una quinta parte de la de uno en Nueva Zelandia o Australia; mientras el promedio nacional llega a 50 litros de leche por hora, en el país oceánico llega a 250. En Argentina llega a 70 y en Uruguay a 58″, explica el especialista.
Precisamente la productividad es un factor muy importante al momento de estimar el costo de la mano de obra. En lecherías con baja intensidad de producción, generalmente el costo de la mano de obra es el más importante.
Esto tiene sentido, ya que la lechería es en gran medida un negocio de dilución, en donde es muy importante llegar a óptimos productivos (leche por hectárea) que nos permiten diluir nuestros costo fijos.
La mano de obra se clasifica como un costo fijo (gran parte de su monto total no se modifica con los cambios en producción) por tanto, tal como sucede con otras variables de importancia, el costo asociado a la mano de obra desciende en las explotaciones de mayor productividad, factor crucial para el control de esta variable.
Gráfico 1. Productividad vs Costo de Mano de Obra
Según datos de gestión agrícola Colun, en los últimos 6 años el costo promedio de la mano de obra (o remuneraciones) representó el 12% del costo de producir un litro de leche.
Gráfico 2. Costo Promedio de la Mano de Obra de los Últimos 6 Años
Actualmente el costo por litro de la mano de obra varía entre los $15 a $25, siendo un costo de $20 una muy buena meta para este ítem. Alcanzar estos valores, significa tener una buena productividad, alcanzando los potenciales de producción del predio, sin embargo también se debe complementar con la cantidad de personas estrictamente necesarias para generar nuestra producción.
Moreira (2011), a través del estudio “Análisis comparativo y periódico de factores productivos prediales relevantes para la competitividad de la producción lechera”, logro estimar valores de productividad para la mano de obra contratada en la región de Los Lagos y Los Ríos. Un indicador interesante es el N° vacas/MO contratada, que para este estudio se encontraron valores entre 5 y 30 vacas/MO. Los valores más altos se encontraron en las provincias netamente lecheras, por ejemplo Osorno alcanzo valores de 30 vacas/ MO contratada.
Cada vez resulta más importante alcanzar buenas productividades, las exigencias van aumentando y por tanto el negocio lechero debe estar muy bien controlado (productiva y económicamente). Recientemente, se publicó en el diario oficial (18 de julio de 2014) la ley N° 20.763 que establece en su artículo 1° los valores del ingreso mínimo mensual a contar del 01 de julio de 2014, quedando fijado en $ 225.000 para los trabajadores mayores de 18 años de edad y hasta de 65 años de edad. A partir del 01 de julio de 2015, dicho monto será de $241.000 y, a contar del 01 de enero de 2016, tendrá un valor de $250.000.
Gráfico 3. Indicadores de productividad en la región de Los Lagos y de Los Ríos
Finalmente y desde punto de vista de eficiencia en el uso de la mano de obra, resulta clave tener una buena productividad (mano de obra costo fijo) para lograr el efecto dilución, contar con el personal estrictamente necesario para realizar nuestras labores prediales y por otro tener presente los factores “no monetarios” que cada vez resultan más importantes a la hora de contratar y conservar nuestro personal.