Si bien es conocido el impacto de las micotoxinas en la salud humana desde hace mucho tiempo, en los últimos años se ha focalizado su interés tanto por los efectos sobre las mermas en la producción y reproducción animal, como por el daño que ocasionan en la salud pública.
La leche y sus derivados actúan como vehículo de las Aflatoxinas que no se inactivan por los métodos de pasteurización, produciendo efectos hepatotóxicos y carcinogénicos sobre la salud infantil, de ahí las importantes restricciones de USA y la UE.
¿Qué son las micotoxinas?
Metabolitos tóxicos invisibles, inodoros e incoloros que liberan los hongos bajo determinadas condiciones que contaminan los alimentos como maíz, ensilajes, alimentos balanceados, etc., y que al ser ingeridos causan diversos efectos negativos en los animales y en los seres humanos.
Es importante recalcar que el hongo producido bajo determinadas condiciones climáticas, como calor y humedad, una vez producidas y liberadas las micotoxinas, deja de ser necesaria su presencia para que el alimento continúe siendo tóxico, ya que las micotoxinas no son destruidas.
Las de mayor incidencia en vacunos son las Aflatoxinas, Tricotecenos y Zearalenona.
¿Qué ocasionan en el animal?
En vacas lecheras, se asocia a las micotoxinas con problemas a nivel productivo, como reducción de la producción de leche, mastitis, afección hepática, disminución del consumo de alimento; afecciones reproductivas como metritis, retención de placenta, que conllevan a posible infertilidad o mayor período parto-concepción, anestro, falsos celos y aborto, y síntomas de orden general, como diarreas, pérdida de peso, laminitis, cetosis, y puerta de entrada de enfermedades por el efecto inmunosupresor de las micotoxinas, entre otras alteraciones.
Los animales más susceptibles son las terneras, los animales enfermos y las vacas en transición (de media a alta producción) ya que se encuentran en situaciones estresantes. Micotoxinas en ganado lechero.
A esto se agrega otro gran problema en vacas en producción, que es la aparición de aflatoxina M1 en leche que ocasiona la imposibilidad de exportar a USA y UE.
¿Qué ocasiona cada una de las micotoxinas?
Aflatoxinas:
Las aflatoxinas (Aspergillus) producen principalmente reducción en el consumo de alimento y menor conversión alimenticia, con pérdida de peso consecuente, mayor susceptibilidad a las enfermedades y pobre desempeño reproductivo; en casos crónicos se caracteriza por problemas hepáticos e inmunodepresión.
La consecuencia inmediata es la menor producción de leche que suele bajar drásticamente y una menor tasa de concepción, quistes ováricos e infecciones uterinas. En la salud humana al eliminarse por leche las aflatoxinas, se las considera como posible efecto cancerígeno, siendo descartada la producción en la UE cuando su presencia es mayor a 0,05 p.p.b. y en EUA 0,5 p.p.b.
Tricotecenos:
Producidos por hongos Fusarium, se destaca el Deoxinivalenol (DON) que está asociado con un descenso de la producción, diarrea, hemorragias intestinales, y síndromes nerviosos.
La toxina T-2, otra micotoxina que está asociada a gastroenteritis, hemorragias intestinales como también rechazo de alimento, bajo consumo, baja producción de leche y ausencia de estro. También, en concentraciones elevadas, puede causar abortos y muerte.
Zearalenona:
La zearalenona, producida también por hongos del género Fusarium, es una micotoxina con efectos estrogénicos, y se encuentra en el ensilaje, maíz, soja, cebada, trigo, sorgo y heno.
La zearalenona causa grandes problemas a nivel reproductivo, debido a su estructura química similar al estrógeno, afecta el ciclo de la vaca, puede causar celos falsos e irregulares, repetición de celos, baja tasa de concepción y quistes ováricos; la inseminación artificial pasa de 1,2 dosis por vaca a 4 dosis por vaca.
Como vemos, nuevamente se reciente en forma marcada la producción láctea, la capacidad digestiva severamente comprometida, como así también el buen desempeño reproductivo.
¿Qué significa controlar las micotoxinas?
Podemos afirmar que si controlamos las micotoxinas efectivamente, obtendremos mayor producción y calidad láctea, mejor desempeño reproductivo, mejor conversión alimenticia y mejor consumo de alimento, como así indirectamente una mejor capacidad inmunitaria y mejor desempeño hepático. Mejoramos así la salud y bienestar animal.
Otro efecto muy importante que se verá reflejado a nivel de la industria es la NO aparición de aflatoxina M1 en leche.
¿Cómo Contrarrestar las Micotoxinas?
Por su gran variedad de estructuras químicas, no podemos pensar en un solo mecanismo de acción para eliminar los efectos de las micotoxinas. Los secuestrantes comunes, (aluminosilicatos, bentonitas) que hay en el mercado son efectivos contra aflatoxinas pero no contra tricotecenos ni zearalenona y no podemos inactivar éstas con un solo mecanismo de acción. Es por lo mismo que para cada grupo de micotoxinas se necesita un mecanismo de control diferente.
En resumen: es importante observar el rebaño para poder identificar los síntomas tempranos de la aparición de micotoxinas. De esta manera se pueden tomar medidas correctivas y preventivas con productos que sean capaces de adsorber Zearalenonas, biotransformar Tricotecenos y que incluyan protectores hepáticos que permitan mejorar la inmunidad del rebaño.