
Incidencia:describe la proporción de animales que experimentan uno o más episodios de cojeras. Se expresa como incidencia anual (casos/año).
Severidad:define el costo individual en términos de estrés y pérdida de función de la o las extremidades.
Duración:define la amplitud promedio de tiempo durante el cual los animales sufren estrés y pérdida de función como consecuencia de la cojera.
Prevalencia:es la proporción de animales observados cojos en un periodo de observación. Medida compuesta por incidencia y duración.Es importante recordar que, para mantener una adecuada calidad ética del producto (leche o carne), es necesario, reducir al máximo la prevalencia de esta patología en el grupo, no solo para reducir las pérdidas económicas, sino también para garantizar el compromiso de la empresa con el bienestar animal. Como hemos mencionado anteriormente, las cojeras son un problema multifactorial y de complejo análisis. Es un tema que aborda diversos factores que pueden ir desde factores microbiológicos o medio ambientales hasta genéticos. Sin embargo, en esta edición nos enfocaremos en ver el impacto que tienen las cojeras desde el punto de vista de los animales. Una buena herramienta es analizar de qué manera afectan las cojeras a las cinco libertades o “five freedoms” de los animales (Farm Animal Welfare Council, 1992). Estas cinco libertades (como hemos visto en ediciones anteriores) son reconocidas a nivel mundial como lo mínimo que debe tener un animal para asegurar un adecuado bienestar en un sistema productivo. A modo de recordatorio las cinco libertades son las siguientes:
- Libres de hambre y sed.
- Libres de incomodidad.
- Libres de dolor, injurias y enfermedad.
- Libres de poder expresar su comportamiento normal.
- Libres de miedo y distrés.
LIBRES DE HAMBRE Y SED

a consecuencia de una cojera crónica.
LIBRES DE INCOMODIDAD
Los animales deben estar libres de incomodidad en el medio en que se encuentran. Esto incluye calidad de los caminos en el caso de vacas a pastoreo, como también diversos aspectos de la estabulación que están asociados con la presentación de cojeras, como por ejemplo ventilación (especialmente durante períodos de alta temperaturas y humedad), frecuencia de limpieza o remoción de fecas y orina, calidad de camas etc. En el caso de vacas cojas, se debe contar con un lugar limpio, seco y cómodo para el descanso y/o tratamiento de animales enfermos. Si tenemos animales cojos separados en algún corral del rebaño debemos poner atención sobre todo en el material de camas, se recomienda material suave que genere menos fricción como son la arena, el aserrín o superficies blandas como goma.
y el tipo de superficie de cama
(adaptado de cook y col 2009).
LIBRES DE DOLOR, INJURIAS Y ENFERMEDADES
Como hemos mencionado anteriormente las cojeras son dolorosas para los animales. La clave para evitar la pérdida de esta libertad es básicamente la prevención o el diagnóstico rápido acerca de qué tipo de lesión se trata, esto permite tomar la acción correctiva adecuada reduciendo al máximo el sufrimiento innecesario. No debemos olvidar que las cojeras se caracterizan por producir dolor agudo y crónico, el cual generalmente está acompañado de un proceso inflamatorio y de un estado de hiperalgesia, sobre todo en cuadros de cojera crónica. Incluso se ha reportado que el periodo de hiperalgesia puede tener una duración de 28 días desde que se detectó la lesión (Whay y col, 2017). Por lo tanto, hay que considerar que la recuperación es un proceso lento. Por lo tanto, en aquellos casos donde el animal presente dolor se recomienda el uso de fármacos, bloqueos nerviosos, anestésicos locales, recortes preventivos etc. Lo anterior siempre y cuando sea bajo supervisión de un profesional médico veterinario. La idea es reducir al máximo el estrés y el sufrimiento innecesario.LIBRES DE PODER EXPRESAR SU COMPORTAMIENTO NORMAL
Una vaca sana realiza múltiples actividades durante el dia, como son: comer, echarse, caminar, dormir, acicalarse, interactuar con sus pares y con su entorno. Sin embargo, estas actividades pueden variar debido a otros factores, como son por ejemplo las cojeras. A modo de recordatorio por ejemplo una vaca a pastoreo destina la mayor parte de su tiempo a alimentarse (CUADRO 1).CUADRO 1. Presupuesto de tiempo
de una vaca en sistema productivo
a pastoreo (Adaptado de Hassal y col 1993).
Cuando una vaca esta coja el presupuesto de tiempo cambia, aquí las vacas destinan la mayor parte de su día en la conducta de echada, principalmente para liberar la presión sobre los miembros y evitar el dolor. El reducir el tiempo que destinan a pastorear contribuye a la pérdida de condición corporal lo cual disminuye considerablemente la producción de leche.Es necesario tener en cuenta que las vacas cojas van a permanecer más tiempo echadas o menos tiempo de pie comparado con vacas sanas. En un estudio realizado en planteles lecheros del sur de Chile se encontró que las vacas cojas permanecieron 1.75 hora/día más tiempo echadas al compararlas con las vacas no cojas tanto en pastoreo como en estabulación , especialmente cuando se presentaron las siguientes lesiones: úlceras solear, lesión de pared (enfermedad de la línea blanca, erosión de la muralla por piedras, abscesos de muralla) y pezuña deformada (sobrecrecimiento/rotación) (Navarro y col, 2013).Lo anterior está asociado a que esas lesiones en específico son dolorosas, tanto cuando el animal está de pie como al caminar, por lo tanto las vacas prefieren permanecer más tiempo echadas. A consecuencia de ello, los animales pierden condición corporal por destinar menor tiempo a alimentarse. También se ha identificado otras conductas asociadas a presentación de cojeras por ejemplo el llamado “perching” en el caso de vacas en estabulación. Durante esta conducta, los animales permanecen por largo tiempo parados con los miembros anteriores sobre la cama y los posteriores en el pasillo, probablemente puede ser una respuesta del animal a la incomodidad o dolor, particularmente en lesiones de miembros anteriores, por lo que el adoptar esta posición ayuda a redistribuir el peso del cuerpo hacia atrás reduciendo la presión en los miembros anteriores.
LIBRES DE MIEDO Y DISTRÉS
Los animales son seres sintientes al igual que los humanos. Ellos pueden experimentar altos niveles de miedo y estrés. En el caso de animales con alguna patología podal, el periodo en que se realiza algún manejo o tratamiento de la lesión puede ocasionar miedo y estrés con liberación de altos niveles de cortisol (hormona relacionada a estrés) (Whay y col, 2017). Altos niveles de cortisol pueden deteriorar el sistema inmune y hacer que los animales estén más propensos a presentar alguna patología, además altos niveles de estrés pueden tener una repercusión negativa en la producción de leche. Por lo tanto, se recomienda que el personal que maneje los animales entienda el comportamiento natural de los animales o al menos haya recibido algún tipo de capacitación en manejo de ganado. Es importante una buena interacción humano-animal donde el personal a cargo comprenda que las cojeras son dolorosas, producen debilidad y afectan las actividades del ganado. De esta forma podemos asegurar que los animales tengan un buen trato, reciban un adecuado tratamiento y recuperación, además que el personal tenga una jornada más eficiente y agradable. A parte del manejo, la infraestructura del predio puede contribuir al miedo o estrés que se produce en el ganado.Aspectos como mangas en mal estado, con superficies salientes o ausencias de medios de sujeción adecuado (tijeras o atrapa cabezas) puede dificultar el manejo y hacer más difícil la jornada tanto para el animal como para el personal a cargo.
REFERENCIAS
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