Cuando una vaca esta coja el presupuesto de tiempo cambia, aquí las vacas destinan la mayor parte de su día en la conducta de echada, principalmente para liberar la presión sobre los miembros y evitar el dolor. El reducir el tiempo que destinan a pastorear contribuye a la pérdida de condición corporal lo cual disminuye considerablemente la producción de leche.Es necesario tener en cuenta que las vacas cojas van a permanecer más tiempo echadas o menos tiempo de pie comparado con vacas sanas. En un estudio realizado en planteles lecheros del sur de Chile se encontró que las vacas cojas permanecieron 1.75 hora/día más tiempo echadas al compararlas con las vacas no cojas tanto en pastoreo como en estabulación , especialmente cuando se presentaron las siguientes lesiones: úlceras solear, lesión de pared (enfermedad de la línea blanca, erosión de la muralla por piedras, abscesos de muralla) y pezuña deformada (sobrecrecimiento/rotación) (Navarro y col, 2013).Lo anterior está asociado a que esas lesiones en específico son dolorosas, tanto cuando el animal está de pie como al caminar, por lo tanto las vacas prefieren permanecer más tiempo echadas. A consecuencia de ello, los animales pierden condición corporal por destinar menor tiempo a alimentarse. También se ha identificado otras conductas asociadas a presentación de cojeras por ejemplo el llamado “perching” en el caso de vacas en estabulación. Durante esta conducta, los animales permanecen por largo tiempo parados con los miembros anteriores sobre la cama y los posteriores en el pasillo, probablemente puede ser una respuesta del animal a la incomodidad o dolor, particularmente en lesiones de miembros anteriores, por lo que el adoptar esta posición ayuda a redistribuir el peso del cuerpo hacia atrás reduciendo la presión en los miembros anteriores.
LIBRES DE MIEDO Y DISTRÉS
Los animales son seres sintientes al igual que los humanos. Ellos pueden experimentar altos niveles de miedo y estrés. En el caso de animales con alguna patología podal, el periodo en que se realiza algún manejo o tratamiento de la lesión puede ocasionar miedo y estrés con liberación de altos niveles de cortisol (hormona relacionada a estrés) (Whay y col, 2017). Altos niveles de cortisol pueden deteriorar el sistema inmune y hacer que los animales estén más propensos a presentar alguna patología, además altos niveles de estrés pueden tener una repercusión negativa en la producción de leche. Por lo tanto, se recomienda que el personal que maneje los animales entienda el comportamiento natural de los animales o al menos haya recibido algún tipo de capacitación en manejo de ganado. Es importante una buena interacción humano-animal donde el personal a cargo comprenda que las cojeras son dolorosas, producen debilidad y afectan las actividades del ganado. De esta forma podemos asegurar que los animales tengan un buen trato, reciban un adecuado tratamiento y recuperación, además que el personal tenga una jornada más eficiente y agradable. A parte del manejo, la infraestructura del predio puede contribuir al miedo o estrés que se produce en el ganado.Aspectos como mangas en mal estado, con superficies salientes o ausencias de medios de sujeción adecuado (tijeras o atrapa cabezas) puede dificultar el manejo y hacer más difícil la jornada tanto para el animal como para el personal a cargo.
REFERENCIAS
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