La pradera, principal fuente de alimentación de las vacas lecheras de la zona sur de Chile, sufre durante el año variación en disponibilidad y composición nutricional. El manejo del pastoreo tiene importantes repercusiones en el rendimiento y persistencia de la pradera y, en consecuencia, afecta su capacidad sustentadora. Además, controla la oferta de forraje por animal y su valor nutritivo, determinando el consumo de nutrientes y el rendimiento individual.
La producción de leche por hectárea, que constituye uno de los elementos claves de la rentabilidad predial, es la resultante de la interacción entre la productividad de la pradera y el rendimiento individual de los animales que la consumen.
Tres aspectos son de vital importancia para una correcta utilización de praderas con vacas lecheras en pastoreo:
- El sistema de pastoreo
- La frecuencia de pastoreo o momento de utilización de la pradera, y la intensidad de pastoreo
SISTEMA DE PASTOREO
El pastoreo rotativo ha demostrado ser un método eficaz para la utilización de praderas con vacas lecheras, siempre y cuando se realice correctamente. Los tiempos de utilización y de descanso de la pradera serán variables en función de la época del año, pero también, de la infraestructura de potreros y de la disponibilidad de bebederos.
El movimiento de las vacas lecheras dos veces al día para su ordeña, facilita el pastoreo en franjas diarias o de medio día. Esto consiste en asignar una nueva superficie de pradera cada día, o incluso después de cada ordeña, mediante el uso de cerco eléctrico móvil con una hebra electrificada adelante, e idealmente, otra detrás de los animales. Si el avance del pastoreo se hace una vez al día, es recomendable que éste se realice en la tarde, después de la segunda ordeña. Por una parte, a esa hora la pradera es más nutritiva y balanceada que temprano en la mañana. Por otra, coincide con que el pastoreo de la tarde suele ser el más intenso de la jornada, posibilitando así un mayor consumo de nutrientes.
FRECUENCIA E INTENSIDAD DE PASTOREO
Entre los aspectos más importantes del manejo del pastoreo rotativo, están el control permanente de la frecuencia y de la intensidad de utilización. Éstas determinan la cantidad o disponibilidad de forraje de pre pastoreo o de ingreso y de post pastoreo o de salida respectivamente, las que afectan tanto el rendimiento y calidad de la pradera, como su consumo por los animales.
En función de la disponibilidad de forraje de pre y de post- pastoreo, se puede definir un tercer parámetro de manejo, que es la oferta de pradera por animal. Esta última se regula mediante la asignación diaria de superficie, lo que permite racionar a los animales y controlar anticipadamente el residuo de la pradera.
FRECUENCIA DE PASTOREO EN OTOÑO
La disponibilidad de ingreso recomendada para otoño debiera ser próxima a 2.000 a 2400 kg MS/ha, siempre y cuando no se sobrepase los 35 días de descanso, para evitar pérdidas importantes de calidad. Bajo condiciones climáticas favorables, la frecuencia de pastoreo debiera ser entre 20 y 30 días. Obviamente en veranos y/o localidades húmedas, la frecuencia de pastoreo puede parecerse más a las usadas en primavera.
Utilizaciones muy frecuentes en forma sostenida durante cualquier época del año, no permitirán el desarrollo suficiente de las hojas para alcanzar su crecimiento máximo, ni para acumular las reservas necesarias para un rápido rebrote. Ello perjudicará la velocidad de crecimiento y el rendimiento anual de materia seca. Además, las alturas o disponibilidades de ingreso serán muy bajas, limitando el tamaño de los bocados y el consumo diario de pasto, aún cuando se aumente la superficie de pradera asignada diariamente por animal.
Es importante que el ultimo pastoreo de verano sea más intenso o realizar corte de limpieza (residuo 3 a 4 cm o equivalente a 1000 a 1200 kg MS/ha) con el objetivo de eliminar material seco para así generar un rebrote “limpio” y vigoroso de las plantas, además de reducir la incidencia de ataque de cuncunilla negra, producto de la mayor exposición de los huevos a la deshidratación.
CUADRO: FRECUENCIA, INTENSIDAD Y ROTACIÓN DE PASTOREO EN OTOÑO.
En Otoño las praderas incrementan fuertemente los niveles de Proteína, el problema es que los niveles de azucares son bajos (asociado a bajas temperaturas y menor luminosidad), por lo que se presenta un marcado desbalance por exceso de proteína en relación al contenido de energía en las praderas. La sugerencia práctica es evitar pastoreos con baja disponibilidad, y preferir pastoreos con más de 2 hojas y/o 2200 kg de MS, ya que a más desarrollo de la planta se diluye la concentración proteica y viceversa.
Puede ocurrir que los animales disminuyan el consumo de pradera, esto se explica por la menor palatabilidad de las praderas en Otoño explicado por el exceso de proteína (NNP) y bajo contenido de azúcares.
Después de una fertilización nitrogenada los niveles máximos de proteína, NNP y nitratos se alcanzan a los 10 a 15 días post-aplicación, por lo que el pastoreo y fertilización se debe ajustar de acuerdo a esos tiempos.
TASA DE CRECIMIENTO OTOÑO
La Tasa de crecimiento de praderas corresponde a la cantidad de kilogramos de materia seca (MS) que produce la pradera por hectárea en el lapso de tiempo de un día. El Departamento de Agroservicios de COLUN monitorea cuatro estaciones de mediciones de pradera de secano y dos de riego con cuyos datos se genera el Informe de Tasas de Crecimiento de Praderas de COLUN.
Como se aprecia en la Figura 1 los promedios de tasas de crecimiento de los últimos cinco años de las estaciones de medición de praderas de El Llolly, Chan-Chan y Guzman son similares y generan tasas de crecimiento mensuales que tienden a la media de los cinco últimos años de mediciones, por lo que gráficamente se sobreponen.
Cualquier consulta acerca de los manejos de otoño, o de la información generada por las estaciones de medición de Colun no dude en acercarse al departamento de Agroservicios de su Cooperativa.