La alfalfa
Un cultivo noble de muy buen rendimiento y calidad nutricional, lo cual permite que tenga una excelente relación precio-calidad por kilo de materia seca y por kilo de proteína; siendo su mayor aporte entre noviembre y febrero, época donde bajo condiciones de secano la disponibilidad de “forraje verde” es limitado.
El cultivo de la alfalfa requiere del cumplimiento de ciertos requisitos básicos como lo son la profundidad de suelo mayor a 1,5 m (las raíces pueden llegar a 5 m de profundidad), suelos sin problemas de drenaje y condiciones corregidas de fertilidad de suelo.
Además, hay que evitar la aplicación previa, hasta 12 meses antes, de algunos herbicidas a los cuales la alfalfa es sensible (ej; metsulfuron metil, picloram, etc), por lo tanto es de vital importancia planificar cuidadosamente los cultivos previos al establecimiento de la alfalfa.
El proceso de preparación para el establecimiento de la alfalfa comienza al menos 1 año antes de la siembra, con el objetivo de lograr el buen establecimiento del cultivo, realizando un eficaz control de malezas a través del barbecho químico, y así disminuir la presión de malezas, ya que la alfalfa, en sus estadíos iniciales es una competidora lenta y la disponibilidad de herbicidas de postsiembra es acotada; por lo tanto se debe comenzar a controlar malezas altamente persistentes como algunas gramíneas (ej; chépica, pasto quila, bromo, ovillo, etc) y malezas de hoja ancha.
Posterior al barbecho químico debe realizarse una preparación de suelo en profundidad, esto ayudará a cortar ciclos de hongos perjudiciales y también estimulará la emergencia de malezas de semillas que se encuentran en el suelo. Debe incluirse el uso de subsolador a una profundidad mayor a 55 cm, lo cual facilita el drenaje y contribuye a que la alfalfa pueda desarrollar una mayor cantidad de raíces en profundidad, favoreciendo la extracción de nutrientes y agua en una mayor proporción de suelo (tolerante a la sequía).
A su vez será un buen momento para incorporar enmiendas (cal, dolomita, etc) y así corregir condiciones de suelo como aluminio, pH y nutrientes como calcio y magnesio, además a través del resultado del análisis de suelo se podrá determinar la pertinencia de incorporar y corregir otros nutrientes como el fósforo (ver tabla 1). Es imprescindible contar con un resultado de análisis de suelo actualizado.

Posterior a la preparación de suelo existirá la posibilidad de controlar una nueva generación de malezas. Como intercultivo, en el otoño previo al establecimiento de la alfalfa, se recomienda la siembra de avena para pastoreo.

Planificación de la superficie de alfalfa a sembrar
Tal como se mencionó anteriormente, la preparación y por tanto la planificación de la superficie de alfalfa a sembrar, comienza al menos 1 año antes.
Se recomienda la confección de un balance forrajero con el objetivo de estimar lo más preciso posible los requerimientos de forraje de acuerdo al sistema productivo y su demanda (ej; carga animal, raza, etc) y la oferta de forraje (nivel productivo de las praderas, forraje conservado, riego, otros cultivos como maíz o brassicas, etc); de acuerdo a estos datos se podrá determinar de forma más exacta la superficie requerida.

Un cálculo de referencia es que por cada 100 vacas se requerirá de 3 ha de alfalfa para suplir los requerimientos del verano. Si lo que se desea es cubrir el resto del año en que existe un déficit de forraje, la estimación puede llegar hasta 9 ha por cada 100 vacas, considerando que no existan otros cultivos forrajeros o riego.
Consideraciones finales
El punto clave del cultivo de la alfalfa es su establecimiento, para lo cual se requiere de un suelo que haya tenido cultivos previos que permitan incorporar enmiendas o nutrientes que sean limitantes y bajar la carga de malezas, ya que la alfalfa no tolera la competencia de malezas en su establecimiento. Además, requiere de una cama de semillas perfecta, suelo mullido, sin terrones ni champas. Así mismo la profundidad de siembra no puede ser superior a 0,5 centímetros.
Conozca sobre los resultados de ensayos realizados en los cultivos de alfalfa presentados el 2024 tras 6 años de evaluación en nuestro artículo de la edición 72.
Ante cualquier duda acerca de la información presentada en este artículo, o cualquier otra de carácter técnico, no dude en consultar al departamento Agrícola de Agroservicios.