El otoño meteorológico comienza el 1 de marzo y se extiende hasta el 31 de mayo. Este periodo es muy relevante porque da el puntapié inicial para lo que nos depara el pronóstico estacional en cuanto a las lluvias y precipitaciones, sobre todo para el centro-sur del país durante este trimestre.
Durante la última década hemos experimentado un constante déficit de precipitaciones. El otoño de 2023 registró déficits de 98% en La Serena, cerca de 78 % en Santiago y 24 % en Puerto Montt. Esta realidad nos plantea la pregunta de qué podemos esperar para este otoño en cuanto a las precipitaciones. Según la figura 1, se prevé una condición normal a bajo lo normal en el altiplano chileno para esta época.
Por otro lado, se proyecta una condición de estación seca desde el extremo norte del país hasta la región de Coquimbo. Esto implica que, si las precipitaciones son demasiado bajas, no se emite un pronóstico. En el caso de Calama en la región de Antofagasta, se pronostica una condición seca, dado que el rango normal o climatológico para el trimestre marzo-abril-mayo oscila entre 0 y 1 mm. La misma situación ocurre en la estación meteorológica de Copiapó en la región de Atacama, donde el rango normal está entre 0 y 2 mm.
Entre las regiones de Valparaíso y de Magallanes, se espera una condición bajo lo normal. Esto no significa ausencia de eventos de precipitación durante el otoño, sino que los acumulados a nivel trimestral serán inferiores a los considerados climatológicamente normales para esta época. Por ejemplo, se espera que la precipitación acumulada para el trimestre sean menores a 30 mm en Santiago, 340 mm en Valdivia y 248 mm en Coyhaique.