Para el nutricionista de un rebaño lechero, controlar una parte de la bioquímica sanguínea de las vacas a las que les hace las raciones es útil para confirmar el balance proteico-energético de la dieta, para corregir deficiencias o excesos de minerales y carotenos, para evaluar la salud de un órgano como el hígado que en la vaca es como su corazón e incluso para asociarlo al consumo de materia seca. Por lo anterior, les invito a considerarlo en su programa de salud animal, aunque no necesariamente a través de un perfil podrán decir que un rebaño está sano, ya que por ejemplo enfermedades como mastitis y algunos tipos de cojera no se ven reflejadas en este examen, ni tampoco errores en un manejo reproductivo. Este examen también es comparable a una visita nuestra al doctor que nos pide un perfil bioquímico en forma preventiva.
Definitivamente ante un problema clínico como por ejemplo un brote de vacas caídas al parto o una brusca baja en producción con vacas enfermas clínicamente esta herramienta debería considerarse antes de comenzar un tratamiento.
Actualmente se mide la concentración de diferentes variables en sangre en equipos automáticos de espectrofotometría que deben ser calibrados periódicamente.

Según el análisis a solicitar se requerirá suero para la mayoría de los usados por un nutricionista (tapa naranja) y plasma específicamente para solicitar Selenio, Cobre, Zinc y Hemoglobina (tapa verde). Por ello es importante solicitar los tubos adecuados a las variables que vamos a controlar. Hay que hacer énfasis que el muestreo se realice bajo condiciones de limpieza y calma para que la muestra no se hemolice, ni contamine y se puedan leer todas las variables. Se requiere mínimo 2,5 ml de sangre por animal. Los tubos de tapa verde deben moverse con suavidad de un lado a otro para homogeniezar la heparina (anticoagulante) y dejar la muestra preparada para el laboratorio.
La rotulación de los tubos es importante para luego poder hacer una adecuada interpretación del perfil. Debe ir con la correcta identificación de la vaca y de esa manera se puede buscar su fecha de parto, su fecha probable de parto y/o su producción, por ejemplo.
Una vez tomadas las muestras hay que conservarlas identificadas, refrigeradas (nunca congeladas) y protegidas, y hacerlas llegar al laboratorio antes de 12 horas de tomadas las muestras. El tiempo máximo para que lleguen al laboratorio son 48 horas. Indicar el motivo por el cual se solicita la determinación de las variables podría ayudar a ganar tiempo si hubiese que hacer otro análisis y alcanzar a aprovechar la muestra. Para el caso de medición de calcio, la muestra puede permanecer refrigerada hasta 14 días permitiéndonos juntar más muestras en caso de hacer una evaluación sin tener un brote clínico.
En el tabla 1 encontramos, desde el punto de vista nutricional, las variables que solicitamos con más frecuencia.

En el tabla 2 se detallan algunas situaciones en que es recomendable hacer un perfil metabólico.

Es importante aclarar que, frente a acidosis clínica, intoxicación por nitritos y/o enfermedades infecciosas hacer un perfil no nos entregará información definitiva.
Esto es biología, por lo tanto, se pueden pedir perfiles metabólicos en otras circunstancias y con otros objetivos. Lo importante es la interpretación que debe ir acompañada de una revisión en terreno de la situación tanto del grupo de vacas en cuestión y de los manejos realizados.
En una próxima edición se volverá a tocar este tema. No olvide, que ante cualquier duda o consulta, no dude en recurrir a los profesionales de la Subgerencia de Agroservicios de su Cooperativa.