La salud podal así como la salud mamaria y la reproducción de un rebaño son eslabones fundamentales a controlar en la empresa lechera de la actualidad. Así hoy en día el manejo preventivo de las cojeras se aborda o debiera abordarse con la misma naturalidad o rutina con la que se revisan una vez al mes los recuentos de células somáticas o como se palpan vacas para diagnosticar preñez o funcionalidad ovárica. Definitivamente es un tema de bienestar y de longevidad del rebaño.
Desde ese punto de vista y como lo presentó el Dr. Cristian Thomas en un reciente seminario, “la cojera no es una enfermedad, si no, el resultado de malos manejos o mala administración”. La pérdida en leche que genera una vaca coja es importante, así como su secuela en mala fertilidad, lo que finalmente se transforma en una causa temprana de eliminación de vacas.
El Dr. José Borkert presentó en la Conferencia Internacional de Cojera en Rumiantes del 2015 los resultados de un trabajo en equipo que realizaron con el servicio de control lechero oficial de Cooprinsem entre octubre del 2013 y junio del 2015 en que asignaban a cada vaca un puntaje de locomoción (escala de 1 a 3). De 29 lecherías lograron obtener información completa de 5 de ellas lo que permitió obtener datos reproductivos.
De 2733 vacas lecheras, el 87% tenía un puntaje de locomoción 1 que indica que la vaca se para y camina bien con las 4 extremidades bien aplomadas y espalda recta o plana. El restante 13% presentaba algún grado de cojera arqueando en mayor o menor grado la espalda (tabla 1).
Estos resultados no son tan dramáticos como pudieran ser en otras lecherías. Consideremos que de las 29 lecherías sólo 5 contaban con buena información y manejos preventivos sobre el promedio. Así mismo, debemos considerar que estas vacas con puntaje 2 y 3 no son extremadamente graves ya que finalmente, aunque con más de 100 días abiertos lograron ciclar para tener servicio, y no considera aquellas vacas eliminadas ni muertas por cojera.
QUÉ PASA CON LA VACA QUE COJEA
Lo primero que debemos asumir es que hay dolor y que debe ser considerada como una vaca enferma. Esta vaca camina menos dado que tiene una alteración estructural y/o funcional, por lo tanto, come y bebe menos, rumia menos y si el rumen además no está lleno, le falta agua y falta la saliva que se produce en la rumia, lo que genera una baja en el pH del rumen, o sea, vamos rumbo a la acidosis ruminal. Luego va a la sala con falta de llenado ruminal, probablemente allí come concentrado que agrava el riesgo de acidosis, o aumenta la ya existente acidosis ruminal. A esta altura ya produce menos leche, pierde peso o condición corporal y deja de ciclar. En muchos casos la vaca no se elimina por cojera, sino porque no quedó preñada. En efecto al revisar las causas de eliminación de vacas lecheras en la región de Los Ríos y Los Lagos según el instituto nacional de estadística para el año 2013; salud mamaria, problemas reproductivos y cojeras en conjunto contribuyen al 75% de la eliminación aportando cada una en aproximadamente un 25%. En la mayoría de las vacas cojas, son los miembros posteriores los afectados y en estos las pezuñas laterales.
CAUSA DE LA COJERA
Las causas son multifactoriales, pero entre las más comunes podemos citar:
- Problemas con la ración: desbalances, deficiencias y/o excesos. Algunos ejemplos:
2. Falta de aseo o higiene en los caminos y lugares de tránsito (sala ordeña, pasillos, patio alimentación) por donde caminan las vacas conlleva a cojeras contagiosas como la dermatitis. También es muy importante no olvidar las condiciones del preparto y la superficie donde las mantenemos, esto puede ser determinante para la lactancia siguiente.
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- Excesos de proteína a lo largo del año o por períodos largos, para lo cual se recomienda monitorear urea en leche. La cojera ocurrirá mucho después de episodios de alta urea (> 500 mg/l).
- Excesos de almidón por mal o no uso de moduladores del pH ruminal.
- Falta de microminerales como zinc o vitaminas del complejo B como la biotina que dan dureza/resistencia a las pezuñas.
- Presencia de micotoxinas en algún alimento.
3. Traumáticas: por malos caminos, piedras o bordes cortantes en la sala y/o en patios de espera, pisos resbalosos, peldaños altos en los caminos (aumentan cojeras de manos). Arreos apurados en caminos con piedras. Si las vacas no son apuradas la salud podal puede ser buena, o sea, malos arreos aumentan considerablemente el riesgo de vacas cojas.
4. Fallas en construcción y/o infraestructura inapropiada. En los patios de espera, si las vacas se aprietan mucho o tienen menos de 1,6 m2 por vaca se generan problemas. En los patios de espera no debe verse cabezas levantadas y las vacas deberían tener el espacio para moverse según su estratificación social. En salas de ordeña donde están tan apretadas que se apoyan en 3 e incluso 2 de las extremidades, sobrecargándolas de peso. Los giros bruscos en esquinas también afectan la distribución homogénea del peso.
5. Despalme defectuoso o falta de manejo. En este punto es destacable que también hay cojeras por malos despalmes o malos recortes funcionales, o sencillamente porque no existen como un manejo dentro de un programa de salud podal. La persona que realice este trabajo debe estar bien capacitada, idealmente con un certificado que lo acredite y debería contar a lo menos con una actualización anual.
6. Malos aplomos que pueden ser un problema genético. Esto es evitable si seleccionamos las vaquillas antes de su 1er encaste.
En conclusión, la mayoría son problemas de manejo o administración.
PRINCIPALES LESIONES QUE ENCONTRAMOS EN
VACAS EN PASTOREO
- Enfermedad de la Línea Blanca: la más frecuente en
el sur de Chile (cerca del 70%) y su causa se asocia a
casi todas las causas antes nombradas. - Hemorragia en la suela es la principal cojera diagnosticada en Nueva Zelanda y ocurre en invierno principalmente.
- Úlcera en la suela.
- Doble suela.
- Sobre crecimiento definitivamente por falta de recorte funcional.
- Dermatitis digital, dermatitis interdigital, callo interdigital y erosión de talones son otras de las lesiones que encontramos.
Época de mayor incidencia de las cojeras: En invierno, entre junio y agosto, aumentan los casos de cojeras no infecciosas y disminuyen en diciembre.
MANEJOS ADECUADOS PARA MANTENER LA SALUD PODAL EN NUESTROS REBAÑOS
Primero que todo es sostener un programa preventivo de salud podal en el que se consideran recortes funcionales a las 4 extremidades que buscan prevenir cojeras en lactancia. Esto implica llevar registros de los casos que se presentan (recorte curativo) como aquellos que son recorte preventivo. Al menos toda vaca debería pasar por un recorte funcional a los 150 días de lactancia y al secado, aunque nunca haya estado coja.
Los casos clínicos deben tratarse tan pronto sean identificados así más rápida será su recuperación. Para esto lo más importante es usar tacos de goma y vendajes según la lesión ya que esto otorga descanso del dedo afectado mientras se redistribuye la carga de peso desde el dedo afectado hacia el dedo sano dejando de recibir presión en el área lesionada minimizando el dolor de manera inmediata. En algunos casos se requiere terapia inyectable. En otros el pediluvio bien manejado puede resultar exitoso como una forma de prevención siempre y cuando vayan de la mano de una mejora de higiene en el entorno de la vaca. En algunos predios, la aspersión en sala también logra controlar infecciones que son altamente contagiosas y dolorosas.
Corregir problemas de infraestructura para evitar que sigan apareciendo más casos clínicos por esa causa o porque agrava el cuadro.
El uso de taco busca aliviar el dolor y permitir recuperación en el lado que queda sin apoyo.
Existen lesiones crónicas que obligan a decidir la eliminación pronta de la vaca.
El que no haya cojera es casi un imposible, pero si puede existir un rebaño que no tenga permanentemente un lote de vacas cojas, porque las cojeras se tratan a tiempo y no llegan a afectar la productividad del animal. Es común encontrar rebaños donde el lote de cojas es asumido como algo normal, pero ojo, esto no es normal. En ese lote puede haber más del 5% del rebaño y está constituido por vacas con un puntaje de locomoción 3, o sea, son vacas que realmente tiene mucho dolor y en los lotes “sanos” igual se observan vacas cojas con puntaje de locomoción 2 e incluso 3.
Agradezco a los médicos veterinarios mencionados por su participación en la preparación de este artículo.
Tenga presente que el Comité de Educación Cooperativa y la Gerencia de Agroservicios mantenemos un compromiso con el Bienestar Animal y por ello se organizan talleres, cursos y charlas respecto al tema con periodicidad. Esté atento a las invitaciones.