En nuestro artículo anterior estábamos hablando de la posible llegada de La Niña (mar más frío); finalmente eso ocurrió, y aunque las temperaturas superficiales están más frías que el promedio, no es la Niña más grande de la historia. Sin embargo lo anterior, la zona central de nuestro país ya lleva más de 10 años con muy bajas precipitaciones y ello, por el momento, no se ve que cambie en el corto plazo.
Lo bueno para nuestra zona, es que la situación de Niña, normalmente, en nuestra zona, provoca más lluvias en verano. En diciembre ya pudimos observar este fenómeno, especialmente hacía la pre Cordillera de los Andes; veremos si enero y febrero continúan con esta situación.
El futuro sigue bastante parecido, con altas probabilidades de pasar a neutro y Niño desde el mes de julio (JJA) en adelante (Figura 1).
FIGURA 1: PROBABILIDADES DE NIÑO, NIÑA O NEUTRAL
Si observamos que ha pasado los últimos 40 años, la Figura 2 muestra cuales han sido las distintas condiciones de Niña o Niño (Niño rojo (mar más cálido); y Niña azul (mar más frío).
FIGURA 2: HISTORIA DE ANOMALÍAS DE TEMPERATURAS SUPERFICIALES
Se aprecia que cada ciclo tiene distintas duraciones, y siempre vuelve a la situación inversa, permaneciendo solo por un breve período en estado “neutro”.
Como las lluvias y las temperaturas son nuestro gran “socio” en la producción agrícola, y los pronósticos aun no pueden ser 100% confiables; la sugerencia que le hacemos es a trabajar siempre adelantándose a los hechos, y asegurando la producción de forraje predial.
Los análisis económicos de predios lecheros, tanto nacionales como internacionales, consistentemente muestran que mientras más del forraje producido en el predio consumen las vacas, mejor es la rentabilidad del negocio. Además, podemos agregar que será más sustentable en el tiempo, ya que tendrá menos efectos de lo que ocurra con los mercados y, asimismo, será más amigable con el medio ambiente y con el bienestar animal.
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COLUN
