Es sabido que los niños, en sus edades más tempranas, funcionan con un cerebro tipo “esponja”, que recibe abiertamente todo lo que le entregamos, con un interés y velocidad que nosotros, como adultos a veces sentimos que no poseemos. Esto, se debe a que en los primeros seis años de vida, se produce un crecimiento explosivo del cableado sináptico (conexión entre neuronas), el cual se torna más estable después de esta edad. Es por esto que en este artículo nos referiremos a un estudio en el que participaron niños de diferentes edades y se evalúo su interacción con los animales.
Entre los años 2017 y 2018, se realizó en Chile el primer estudio de terapia asistida con animales en niños para generar una investigación en un campo productivo, que aprovechó esta oportunidad que ofrece el cerebro humano anteriormente descrita. De este modo, se realizaron encuestas en los colegios sobre cómo se sentían ellos con respecto a otras personas y el medio que los rodea, como plantas y animales productivos o fauna silvestre de la zona.
Posteriormente se llevó a los niños al campo, con el objetivo de promover una experiencia de aprendizaje significativa acerca de los vínculos y modos de relación con quienes nos rodean, contribuyendo a fomentar la empatía (*); la resolución no violenta de conflictos y adecuado uso del poder en las relaciones con otros.
Se realizaron jornadas de intervención en las que los niños compartieron en horas de aprendizaje de buen trato hacia los animales, con prácticas que permitieron la interacción con terneras, donde mostrar a los niños la importancia del grupo, juegos y compañerismo. Después se visitaron los potrillos, para identificar diferencias entre los animales, considerando características de cada uno, así como las jerarquías que se establecen entre ellos y cómo resuelven sus conflictos.
Luego visitaron una clínica veterinaria con un caballo adulto y un Médico Veterinario, para mostrar la necesidad de establecer relaciones de cuidado con uno mismo y con los otros.
Finalmente, los niños tuvieron una dinámica con un perro grande, mostrando a los niños como “las apariencias engañan” y un ser vivo que puede verse como grande y amenazante es amable, busca cariño y cercanía.
(*) Empatía: participación afectiva de una persona en una realidad ajena a ella, generalmente en los sentimientos de otra persona.
RESULTADOS DEL PROYECTO:
✓ Actitud de trato de los niños hacia los animales se relaciona con la empatía que sienten hacia las otras personas
✓ Los niños aumentaron sus puntajes de actitud hacia los animales luego de las jornadas de intervención de 3 horas.
✓ Los niños que tenían mascotas tuvieron mayores puntajes que sus pares que no tenían. Las niñas obtuvieron mayores puntajes que los niños.
✓ Los niños de colegios vulnerables socioeconómicamente mostraron más bajos puntajes comparado con otros colegios.
COMPARACIÓN CON OTROS ESTUDIOS DE TERAPIA ASISTIDA CON ANIMALES FUERA DEL PAÍS:
Se encontraron respuestas similares a lo encontrado por otros estudios científicos similares realizados en otros países:
✓ Está descrito que la preocupación de los niños por sus mascotas se asocia a más empatía hacia los animales.
✓ El resultado de que las niñas tuvieron mayores puntajes, se repite en otros estudios y puede estar asociado a los roles sociales de género.
✓ En diversas formas de Terapia asistida con animales, los resultados que se obtienen son efectivos ante laevaluación científica.
✓ La vulnerabilidad socioeconómica constituye, de la forma en que ocurre en otros tipos de evaluación, un potencial factor en el resultado de las investigaciones.
De este estudio pudimos concluir que este tipo de intervención puede constituir una herramienta facilitadora de aprendizaje para niños, con respecto a la actitud y empatía que pueden ir fomentando la continua adaptación al medio, logrando favorecer el desarrollo de los vínculos y modos de relación.
Por estas razones, se considera que la información abre una ventana a explorar el mundo de la terapia asistida con animales y el entrenamiento del buen trato hacia los animales como una forma de entregar una educación socioemocional a temprana edad y, con respaldo científico chileno y de otros países del mundo.
El estudio fue realizado por los Médicos Veterinarios Camila Palma, Javiera Calderón-Amor (Magister) y Carmen Gallo (PhD) y las Psicólogas Josefina Palma y Zayra Antúnez (Magíster y PhD). Fue financiado por la Dirección de Vinculación con el Medio de la Universidad Austral de Chile.
Los niños aumentaron significativamente sus puntajes de actitud hacia los animales luego de la intervención con animales.