Valorizando y $Bolarizando los Recursos Forrajeros de Verano

El título, «valorizando y $bolarizando los recursos forrajeros en verano», puede parecer raro, pero en realidad lo raro es no tener conciencia del costo de de nuestros forrajes suplementarios y, como cualquier industria y empresa, darle un valor real, al momento de suministrarlo a nuestros animales en una moneda que todos conozcamos su valor ya sea pesos, dólares Uf, Euros, etc.

$Bolarizando

Para el éxito no solo debemos saber con qué alimentar a nuestras vacas, sino que cuanto y cuando, además del costo involucrado en cada una de las decisiones que tomemos per se. Por lo cual repasaremos los principales recursos forrajeros sembrados en la temporada y utilizados en pie, en cuanto a su valor, producción y equivalencia, en una moneda que todos manejamos, el bolo, o más bien en este caso, el $bolar; el cual equivale a un bolo de ensilaje respecto a su contenido de materia seca 200 kilos y cuyo valor de comercialización promedio es de $ 40.000 c/u.

Todos los cultivos o especies tienen un objetivo y época de utilización junto con un máximo aporte distinto entre uno y otro, pero a continuación evaluaremos los de mayor presencia e importancia, teniendo como base el consumo directo entre enero a marzo y abril, inclusive.

Para ello se han definido fechas de siembra acotadas, las cuales, para tener éxito, deben ser, en general, sembradas a inicios de las fechas señaladas, para sortear de alguna forma períodos críticos de sequía o exceso de calor, también heladas, que afecten su rendimiento final de una u otra forma.

Como puede apreciarse, los cultivos tienen, en su mayoría, fechas de siembra entre septiembre y octubre, salvo el maíz pastoreo que comienza a partir de octubre para evitar las heladas. En el caso de las brássicas, siembras anteriores a septiembre pueden lograr un efecto de vernalización, lo que corresponde a acumulación de horas frío y que por consiguiente hará que las plantas “se suban” o florezcan en verano.

El hecho de retrasarse en la siembra conlleva reducciones de rendimiento dependiendo de la zona y días de retraso, pudiendo entonces optar a otro cultivo más favorable. Además, se incluye la fecha de utilización o duración del recurso, siendo lo ideal contar con ellos de una forma permanente, como una cascada donde no haya períodos de falta de suplementación o enlace entre las distintas alternativas ya sea por producción, calidad o consumos máximos sugeridos.

Los cultivos evaluados ordenados de acuerdo a su fecha probable de utilización, son los siguientes: chicoria, nabos, raps forrajero, maíz pastoreo, coles forrajeras.

Cálculo de requerimientos de cultivos y/o bolos o bolares equivalentes para alimentar 90 días a un rebaño de 100 vacas, considerando 12 kilos de materia proveniente de forraje más bolo y mix de forrajes, para los meses que estén disponibles (ver tabla de establecimiento y utilización y Ud. ajuste de acuerdo a su rebaño multiplicando o dividiendo). Hay que tener presente que a estos 12 kilos de materia seca hay que agregar concentrados u otros suplementos, para completar el consumo individual por vaca según sus requerimientos y productividad.

Alternativa 1: Consumo de 12 kg de ms/vaca/día sólo en base a ensilaje de bolos, situación muy poco probable pero no imposible, ya que requiere condiciones muy particulares del alimento original en cuanto a proteína, FDN, energía y contenido de materia seca en la cosecha, es decir solo bolos “filete”.

Alternativa 2: Consumos máximos de chicoria de 5 kg de ms/vaca/día y 7 de bolos. La superficie destinada correspondería a 15 hectáreas, debido a que la tasa de crecimiento exige una rotación de entre 30 y 45 días (promedio 35). Nota: sólo se considera la alimentación consumida en 90 días de verano, independiente de la producción adicional el resto del año. Es la que ocupa mayor superficie.

Alternativa 3: Considera un mix de brássicas que brinden calidad dentro de los 90 días (nabos, raps, coles) con un consumo de 5 kg de ms/vaca/día y 7 de bolos. Requiere una superficie de cultivo de 5,6 a 5,7 hectáreas con 8 toneladas de rendimiento.

Alternativa 4: Nuevamente un mix de brássicas con consumos máximos de 5 kg de ms/vaca/día y 7 kg de ms/vaca/día, provenientes del maíz pastoreo. Esta opción requiere de 5,7 hectáreas de un mix de crucíferas y 5,3 hectáreas de maíz pastoreo aproximadamente. Es la opción de menor costo dentro de todas las planteadas y la que no requiere de alimentos conservados o comprados externamente, lo que permite destinar el forraje conservado para alimentación invernal.

Alternativa 5: Consumo máximo de maíz pastoreo (7 kg por vaca) y bolos de ensilaje, a razón de 5 kg de ms/vaca/día. Se necesitan alrededor de 5,3 hectáreas de cultivo. Es una situación mixta e intermedia entre alternativa 3 y 4.

Al momento de hacer cálculos de superficie de siembra, considerar un 15% más para cubrir los imprevistos.

Finalmente, cualquiera que sea la opción que mejor se acomode a su realidad productiva y facilidades de manejo, recuerde la planificación como herramienta fundamental, ya que no puede dejar que las cosas se resuelvan por sí solas, ni realizarlas fuera de plazo para terminar echándole la culpa al año. Piense que, hoy en día, tres de cada cuatro años tienen alguna complicación climática en el verano y todo alimento que se produzca o coseche nunca está demás.