Ensilajes: Costos y Algunas Consideraciones Técnico-Económicas

Es complejo estimar el costo de producción de un ensilaje de pradera, independiente de la técnica que se utilice ya que existen una serie de factores que ejercen influencia sobre el resultado, como el tipo de forraje a conservar (tipo de pradera, granos, etc), el volumen que se logre conservar, y el tipo de método de conservación que se elija.

El primer error que se comete en general es pensar más en volumen antes que calidad, por ende, es fundamental poner foco en lograr cosechar la mayor cantidad de nutrientes por ha, ya que ellos serán los encargados de que los ciclos productivos sean más eficientes y rentables. En general la gran mayoría asocia el incremento de parámetros de calidad con alzas en los costos de producción, pero este caso representa una excepción ya que si se logra hacer las cosas bien los costos permanecen constantes, pero no así la cosecha de nutrientes, la cual aumenta notablemente diluyendo finalmente los costos gracias al aumento de producción del rebaño (Catanni, 2017).

A continuación, y solo para recordar, en el Cuadro 1 se presentan algunas comparaciones de los procesos de ensilaje tanto de Parva como Bolos.

Costos de Producción

Si pensamos en el costo de una pradera permanente y en la técnica de ensilado efectivamente hay diferencias en cuanto a los costos de producción de materia seca. Es sabido que el costo del ensilaje por medio de la técnica de bolos efectivamente, es más alto que la conservación de silo a través de la parva. 

Según los reportes de leche y costos de COLUN del año 2020, o sea hace ya dos temporadas atrás hablábamos de un costo materia seca ensilada aproximado para una pradera permanente de 7 años (rendimiento de 11 toneladas de MS/HA) de unos $ 110,6 para el caso de la parva y para el caso del bolo de unos $ 144,9, hoy en día y con el notable aumento de los precios de los insumos ambos costos aumentaron alrededor de un 47 % y 55 % respectivamente.

Similar comportamiento tendrá los costos del ensilaje de maíz, donde se estima que para esta temporada el costo por hectárea podría estar muy cercano a los $ 2,7 millones, siendo hace dos años atrás un 33% menor.  Si logramos un rendimiento de 18 toneladas MS/ha en un maíz con riego y con un 85% de eficiencia de utilización podremos llegar fácilmente a un costo por kilo de materia seca de unos $ 175 para la presente temporada.

¿Dónde almacenamos y cómo lo damos?

El retorno de la inversión de infraestructura para almacenar silo para minimizar así las pérdidas de este valioso alimento, se torna cada vez más viable económicamente debido al alza de los costos de producción de materia seca que se han señalado. Una alternativa bastante viable es hacer una cancha de estabilizado y sobre eso hacer una cama de paja, ya con esto se logra disminuir bastante la perdida de material, sumado a esto hay que destacar la importancia de dónde dar el silo, ya que es en este punto donde existen las mayores pérdidas económicas: se ha estimado que pueden existir pérdidas de hasta un 30 % del material al darlo en invierno, a piso y sin cerco eléctrico. Una alternativa más accesible hoy en día es darlo en bebederos circulares de 1.000 litros a razón ideal de unas 8 vacas por bebedero.

Un ejercicio bastante sencillo que nos ayuda a entender esto es el siguiente: si tenemos una 10 has de rezago para ensilaje, donde tenemos una pérdida de un 10% en el lugar de almacenamiento (con ripio y paja) y a esto le sumamos la pérdida 30% de al darlo a piso, llegamos fácilmente a una pérdida de unas 4 has (1 ha en lugar de almacenamiento más 3 has por darlo en el piso), por lo que incurrimos en costos para 10 hectáreas y finalmente al momento de alimentar a los animales, solo disponemos de 6 hectáreas, con lo que terminamos finalmente restringiendo la comida de rebaño, y probablemente se tenga que incurrir en la compra de alimento extra para suplir esta falta de forraje.

La Ley REP

Otro punto a considerar en la decisión de hacer bolos o parva es el reciclaje. Seguramente más de alguno ha escuchado sobre el gran desafío que presenta hoy la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (Ley REP), donde si bien el film de bolos (que es uno de los mayores residuos plásticos que genera el agro) hoy en día aún no es considerado como embalaje, pero lo que no quita que prontamente se deba regular la gestión de este tipo de plástico, donde hoy para muchas empresas pasa de ser un residuo a tener un valor.  Es relevante hacer mención sobre esto, ya que la gran cantidad de residuo que se genera a través del ensilaje de bolos se torna cada día más en un problema en el campo, contamina y genera costos.  

CONCLUSIONES:

Son sabidas las ventajas y desventajas que presenta cada una de las técnicas de ensilaje utilizadas, tanto bolo como parva y con ambos métodos y buena planificación se puede conseguir conservar un forraje de buena calidad. 

Bajo las mismas condiciones de calidad, el costo por kilo de materia seca ensilada sigue siendo superior en los bolos, lo que sumado a eso acarrea consigo serios problemas actuales de contaminación.

Poner siempre el foco en calidad más que cantidad independiente de la técnica que se utilice para conservar ya que eso repercutirá finalmente en resultado económico del negocio y en lo posible siempre intentar evaluar el valor nutricional del forraje conservado.

Darle la importancia que merece más que el dónde almacenamos, donde lo damos, ya que es aquí donde se generan las mayores pérdidas económicas.

Debido al notable alza en los precios de los insumos se sugiere siempre una buena planificación agrícola y respectivo balance forrajero, para evitar sorpresas a la hora de salir a comprar forrajes conservados, ya que, si el costo de materia seca estimado será así de alto, será cada vez más complejo encontrar bolos a precios razonables en la temporada que se avecina.

Bibliografía

Catanni, P. 2017. Ensilajes: primero calidad de nutrientes, luego volumen. Edición impresa 2017 revista Agrocolun.

Colun, 2022. Reportes de leche y costos.