nutricion y alimentacion de vacas lecheras en pastoreo

La alimentación y nutrición moderna de la vaca lechera en pastoreo es un tema apasionante y complejo que tiene como objetivo optimizar la producción animal, mantener el justo balance animal – pradera y garantizar la sanidad y bienestar animal, entre otros. La oportunidad de alcanzar buenos resultados económicos en el negocio lechero exige la consideración de múltiples factores dentro de los cuales analizaremos algunos de ellos desde el punto de vista de la alimentación y nutrición.

Requerimientos

Los requerimientos de la vaca lechera son determinados por factores como el peso vivo, nivel productivo, estado fisiológico y las condiciones ambientales y prediales a las que se expone. De esta manera las tablas nutricionales muestran valores variables de: consumo total, demanda de proteína y energía, además de una serie de elementos como carbohidratos fermentables, fibra, minerales y vitaminas, todos necesarios para el adecuado desempeño productivo. En bovinos debemos considerar que estamos alimentando en primera instancia al rumen, que corresponde a un estómago complejo desarrollado para la fermentación y digestión de forrajes.

Consumo

El consumo total de alimentos es el primer factor que debe ser chequeado por el productor lechero o los técnicos que lo asistan y es el que con mayor frecuencia se observa desviado. Este parámetro varía de acuerdo a los factores ya señalados y sus valores de referencia oscilan desde los 12 kg diarios de materia seca (MS), en el caso de vacas secas, hasta unos 23 kg MS/día en el caso de vacas de alta producción.

El consumo total observado en vacas en pastoreo normalmente oscila entre los 16 a los 19 kg MS/vaca/día. El consumo total puede calcularse estimando primero el consumo de pradera a través de los valores de disponibilidad de entrada y residuo de una superficie conocida de pastoreo. El consumo de pradera puede oscilar desde 0 kg MS/vaca/día en invierno frío o verano seco cuando la disponibilidad de praderas torna a nulo, hasta máximos cercanos a los 15 kg MS/vaca/día en primavera. Normalmente es en octubre cuando las forrajeras ofrecen su mayor potencial de consumo. El consumo en pastoreo es limitado principalmente por la disponibilidad y/o por el nivel de fibra que posea al momento del pastoreo, por ello no solo basta con ofrecer mucho pasto para que los animales registren altos consumos.

El consumo de ensilajes por su parte estará fuertemente influenciado por la calidad del forraje al momento de la conservación y por la calidad del proceso de fermentación. Es por ello que ensilajes tardíos y/o con inadecuada conservación impedirán altos consumos y normalmente no serán superiores a 6 a 8 kg MS/vaca/día. Los ensilajes tempranos y bien confeccionados pueden permitir consumos de hasta unos 12 kg/MS/vaca/día. Alcanzar altos consumos de ensilaje en las épocas de escasez resultará clave para la disminución de los costos de alimentación, ya que mientras más baja sea la calidad del ensilaje menor será el consumo total o bien, será mayor la cantidad y exigencia sobre el alimento concentrado necesario para balancear la ración.

Herramientas de análisis

A nivel de rebaño existe una batería de parámetros útiles para que el productor o el técnico de apoyo pueda analizar e intervenir los planos de alimentación y nutrición del rebaño, con el objetivo de lograr el mejor desempeño de los animales.

Producción diaria:

La producción diaria de leche por vaca es normalmente el parámetro mas seguido por los productores pero refleja el resultado global de la alimentación y por lo tanto se requiere del análisis de variables específicas. Es afectada por el intervalo de la lactancia en el que se encuentra la vaca, el consumo total diario, los aportes nutricionales suministrados y la salud del animal, entre otros.

Grasa láctea:

La grasa láctea es un dato medido por la planta industrial y por el control lechero cuando se dispone de él. La rumia y la posterior salivación dependen de la fibra ingerida, afectan el pH ruminal y por esa vía alteran la flora ruminal. Altos niveles de fibra promueven altos porcentajes de grasa láctea es por ello que se observan descensos de grasa en primavera y ascensos cuando las praderas han madurado hacia fines de primavera y verano. Los niveles de grasa oscilan normalmente entre un 3,2% a más de 4,2%. Niveles inferiores están normalmente asociados a la falta de fibra estructural en la dieta y/o a un exceso de carbohidratos fermentables que están alterando el pH ruminal acidificándolo. La acidificación relativa del rumen puede provocar una baja en el porcentaje de grasa, disminuir el consumo total y en casos extremos causar daños irreversibles en el corto plazo sobre la salud animal (acidosis clínica, acidosis subclínica o SARA).

Proteína láctea:

La proteína contenida en la leche es un dato medido por la planta industrial receptora y por el control lechero cuando se cuenta. Su valor oscila entre un 3,3% a 3,8% y es influenciada por la cantidad de carbohidratos fermentables suministrados en la dieta. Estos carbohidratos provienen en parte del forraje consumido en pastoreo y en mayor proporción de los concentrados elaborados a partir de cereales. Normalmente los ensilajes de pradera ofrecen bajos tenores de carbohidratos ya que son consumidos en el proceso de fermentación del forraje. Niveles inferiores a 3,4% de proteína láctea deben ser analizados y normalmente están asociados a bajos aportes de carbohidratos fermentables en la dieta.

Relación Grasa-Proteína:

Corresponde a la división del nivel de grasa sobre el de proteína y nos permite analizar desvíos en los parámetros. Una relación grasa:proteína superior a 1,4 sugiere la ocurrencia de cuadros de cetosis, enfermedad metabólica normalmente asociada a bruscas pérdidas de peso principalmente en el postparto temprano. Por otra lado una relación grasa:proteína menor a 1,0 puede reflejar cuadros de acidosis ruminal que deben ser resueltos con urgencia.

Urea en leche:

Este dato puede ser proveído por las plantas receptoras o bien por el control lechero si se cuenta con él y su rango normal oscila entre 200 a 300 mg/ml. Es reflejo de proteína no aprovechada a nivel de rumen por estar en exceso y/o por la falta de carbohidratos fermentables. Los niveles mayores a 300 mg/ml son más frecuentes en primavera cuando el consumo en pastoreo es elevado y normalmente el suministro de concentrados basado en cereales es mínimo. Niveles prolongadamente altos pueden provocar trastornos reproductivos en el rebaño ya que alteran el metabolismo de la glucosa a nivel del ovario. Por otra parte niveles inferiores a 200 mg/ml sugieren la falta de proteína en la dieta o niveles muy altos de carbohidratos.

nutricion y alimentacion de vacas lecheras en pastoreoScore de llenado de rumen:

La inspección diaria del rebaño es clave para observar el adecuado manejo del mismo. Un criterio útil de evaluación es la calificación del nivel de llenado del rumen durante el pastoreo usando una escala de 1 a 5 donde 5 corresponde a la capacidad máxima. Por cierto intentaremos que diariamente las vacas completen su capacidad de consumo para apoyar la mayor producción diaria.

nutricion y alimentacion de vacas lecheras en pastoreoScore de bostas:

Corresponde a la calificación de la materia fecal considerando textura, color y olor donde la textura se califica de 1 a 5. En la vaca en producción buscaremos un score de 2,5 a 3,5 mientras que en la vaca seca de 3,5 a 4,5. Un valor inferior a 2,5 muestra la falta de fibra estructural y posiblemente un cuadro de acidosis subclínica o clínica que debe ser descartado. Por otra parte valores mas altos sugieren un exceso de fibra lo que puede estar limitando el consumo.

Condición corporal:

Se califica con una escala de 1 a 5 de acuerdo al nivel de grasa corporal acumulada. La vaca en producción normalmente se observa con un score de 2,7 a 3,0 aunque podríamos sugerir como objetivo alcanzar 3,0 a 3,2 en primera mitad de lactancia. Hacia el secado esperaremos un aumento paulatino en la condición corporal hasta terminar idealmente en el preparto con un 3,5. El parámetro de condición corporal es clave en la producción lechera especialmente en el postparto inmediato, cuando vacas y vaquillas son incapaces de consumir la cantidad de alimento que requieren. Se debe considerar tener que necesariamente aumentar la condición corporal en el período seco es un proceso ineficiente y caro por lo que será mejor manejar esta variable durante el transcurso de la lactancia.

Consideraciones

La adecuada alimentación es clave para obtener un buen desempeño productivo de la vaca lechera. Es prioritario estimar el consumo total diario y el suministro de nutrientes, de manera de controlar el correcto funcionamiento del rumen proporcionando niveles de fibra adecuados.

Los planos de alimentación deben ser evaluados periódicamente considerando la condición corporal de los animales. Para estimar la dinámica ruminal disponemos de parámetros como el contenido de grasa, proteína y Urea en leche así como de la observación del llenado del rumen y de la materia fecal.

 

Acerca del autor(es)

Marcelo Ponce V.

Alimentos El Globo.
Ingeniero Agrónomo, M.Sc.
División Nutrición Animal.