El desarrollo en general, trae aparejado crecimiento, beneficios económicos y sociales, que permiten a las personas suplir sus necesidades, en primera instancia para la subsistencia, en segunda, para el buen vivir. En este camino por el que transitan los países de manera incremental, los pasos dejan huellas y en el ámbito ambiental, es especialmente importante tomar debida atención. El uso de recursos implica transformación y de esa caja negra donde se producen los cambios, existen salidas en productos o servicios. Las salidas más importantes son las útiles (la esencia del mercado), los productos y/o servicios, mientras que existen otras, que por las características de esa transformación, no son deseadas. Así, los residuos sólidos, líquidos, asimilables a domiciliarios, peligrosos, las emisiones atmosféricas de material particulado, entre otros, son flujos de salida necesarios de atender y que por cierto, deben ser medidos. La conciencia ambiental debe remitirse allí, al origen, por lo que conocer sus dimensiones a través de la medición, resulta fundamental para entender la problemática, generar acciones y luego proyectos, que apunten a la mitigación o reducción de sus efectos en el entorno, estableciendo ¿por qué no?, soluciones basadas en la naturaleza, con una medida más allá de los beneficios base.
En este primer artículo de una serie de tres, se abordará la huella de carbono, como indicador clave para reflejar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y punto de partida, para acciones en el crecimiento con sostenibilidad ambiental.
Importancia de la Cuantificación de Emisiones de Carbono
La preocupación por la huella de carbono ya es bastante natural en las organizaciones que son conscientes de su realidad, de su entorno y requieren identificar sus efectos, porque ya son temas país. No obstante, cabe consignar que las actividades de todas las personas generan una huella, no es prohibitivo de las organizaciones, por lo que cada uno de nosotros deja “salidas” en sus acciones, no pareciendo estar asimilada aún esa perspectiva. Parece ser más fácil observar como las organizaciones trabajan para controlar, medir, reducir sus impactos, sin atender los propios, cosa que es muy natural de los humanos, las personas. Entonces, atención con la “viga en el ojo ajeno”, no es fácil reconocerse, pero siempre se puede cambiar.
Cuantificar la huella es fundamental para conocer los efectos en el ambiente. Iniciar ese camino de la medición no es tan fácil, cuando las líneas bases se mueven. Las emisiones de GEI (gases de efecto invernadero) se reconocen como parte fundamental para el futuro, no tiene sentido relativizar esto último, porque es evidente que después de la revolución industrial, las emisiones tuvieron una escalada exponencial.
Este indicador es clave para reconocer los efectos en el entorno y el fenómeno del cambio climático, los determinados por la acción humana, más allá de los propios procesos y sucesos naturales. Las erupciones volcánicas, por ejemplo, son parte del funcionamiento de la tierra, no dependen de nuestras acciones, pasan a ser parte de la línea base y como tales, no pueden ser aludidas como justificación de la inacción.
Emisiones Netas e Indicadores
Para comprender mejor los cambios en las emisiones, podemos consignar cifras y prospectar una opinión basados en información. Con ello, es posible interpretar mejor los efectos en el ambiente como las acciones que ha llevado el país y en este artículo, las propias acciones desarrolladas por Colun.
Es posible encontrar antecedentes diversos sobre emisiones a nivel global, se consigna aquí, uno de estos extractos en línea. Corresponden a las emisiones netas en billones de toneladas anuales desde los años 1750 al 2023, donde se muestra el comportamiento de las mismas desde la revolución industrial a nuestros días. La evolución es exponencial y notoriamente significativa desde el año 1950.
Entonces resulta evidente que las emisiones son materia de atención y que el reconocimiento del cambio climático incidido por el hombre es una realidad, más allá de cuestiones políticas y relativistas.
Chile no está exento de esta realidad y aunque siendo un muy bajo contribuyente del nivel mundial de estas emisiones (0,23% aproximadamente), ha tomado como decisión el recambio de combustibles fósiles en su matriz energética, una de las principales iniciativas en la materia. Así, a través de los años inició un plan de reconversión, que tiene como expectativa erradicar las centrales a carbón para generación de energía eléctrica, para el año 2040. Como contraparte, está el reemplazo de este tipo de fuentes de energía más contaminantes por las ERNC (Energías Renovables No Convencionales), que han tenido especial realce en este camino.
Los efectos de estos cambios e iniciativas país, se pueden apreciar en la figura siguiente, donde es evidente la baja de emisiones como indicador por MWh en el Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
Se muestran efectos significativos en el cambio de la matriz energética de generación, con el reemplazo de combustibles fósiles por energías renovables (principalmente energía solar y eólica), traducidos a emisiones por MWh, producto de la transición energética del país.
Buena parte de estos efectos se han traducido en contratos, que consideran hoy la posibilidad de tomar energía eléctrica con base renovable, lo que trae por consecuencia un esfuerzo positivo a través de ellos, en la consideración de ERNC.
Vinculado esto con las iniciativas Colun, se han evidenciado efectos significativos de la toma de este tipo de contratos, donde se ha logrado bajar emisiones Alcance 2. En la figura siguiente se muestra el efecto de estas iniciativas traducido en emisiones:
Sobre las emisiones relacionadas al uso de energía eléctrica, desde el año 2021, se consigna una baja significativa por sobre las 10.000 toneladas de carbono equivalente año.
En cuanto a la energía térmica, las emisiones fundamentalmente pasan por el uso de combustibles fósiles. Las iniciativas de reconversión de combustibles han sido parte de la estrategia de Colun en los últimos años, teniendo avances significativos desde la propia generación de vapor. Se considera aquí la puesta en marcha e inicio de operación de caldera de biomasa el año 2018, a la vez, las decisiones de crecimiento con la Planta Verde Los Tambores, donde se contempló como fuente el gas natural licuado. Así, han retrocedido los combustibles con mayores factores de emisión incluyendo el uso de fuentes de energía renovable.
Es posible proyectar entonces, que los efectos de estas iniciativas marcan la huella de carbono, con bajas considerables, luego de inversiones razonadas económicamente pero que tienen un sentido ambiental real. Los efectos se muestran a continuación, hasta el último año de registro cerrado, en emisiones GEI de Alcance 1 y 2, netas como por cada 1.000 toneladas de producto según indicador.
Las emisiones de Colun Alcances 1 y 2, en los últimos 4 años, muestran un descenso significativo. Existe una baja sostenida en el indicador de emisiones de ton de carbono equivalente, con un efecto positivo de las economías de escala y de los cambios en la matriz energética tanto por instalaciones propias en la generación de vapor como por contratos de energía eléctrica con ERNC.
Reflexión
La huella de carbono es un indicador clave en relación al entorno y la incidencia del hombre, de los factores de producción, en el cambio del clima. Tener conciencia de ello es primordial, pero más aún, desarrollar acciones que busquen mejorar el desempeño en emisiones, si hablamos de este tipo de huella. Los cambios de combustibles por otros con un mejor factor de emisión son importantes, el cambio a energías renovables más aún, así como una gestión industrial que promueva innovar en estos términos, como evidencia, los contratos eléctricos con uso de energía renovable asegurada en generación. Estos caminos no se agotan, están disponibles y los esfuerzos ejecutivos, van y deben ir en esa línea. Colun en este sentido ha avanzado con decisión, quedando aún por desarrollar iniciativas importantes, mostrando en el tiempo que ha tomado acción en pro de un desarrollo sostenible, cada vez con mayor conciencia ambiental en su visión de futuro.
Referencias
Ministerio de Energía (2025). Visualizador factores de emisión del Sistema Eléctrico Nacional: http://energiaabierta.cl/visualizaciones/factor-de-emision-sic-sing/, [visitado el 28/10/2025].
Our World in Data (2025). Emisiones globales de dióxido de carbono: https://ourworldindata.org/co2-emissions, [visitado el 28/10/2025].
