La Mega sequía ya parece una serie de terror. Una que va por su decimosegunda temporada y en la cual aparece un actor principal muy interesante y desconocido: La Mancha Cálida.
En este artículo de Meteochile Blog te contamos todo lo que sabemos sobre este fenómeno.
Sabemos que las precipitaciones en Chile están fuertemente influenciadas por lo que suceda en el Océano Pacífico. La intensidad del Anticiclón Subtropical del Pacífico, la trayectoria de los ciclones extratropicales, los transportes de humedad desde el trópico, los vientos en altura o incluso la temperatura superficial del mar influencian de una u otra manera el régimen de precipitaciones en nuestro país. Estos personajes serán los sospechosos de siempre ante cualquier alteración al régimen de precipitaciones.
Durante los últimos años, la Megasequía ha sonado en todas partes como el título de una serie de terror y suspenso, que parece no tener final. Un drama que nos acompaña desde hace más de 10 temporadas y que tiene a Chile sin la cantidad de precipitación normal; cuyos protagonistas comienzan a develarse poco a poco dentro de nuestro grupo de sospechosos señalados anteriormente.
Dentro de los principales protagonistas o causantes de la Megasequía existe uno que últimamente está acaparando la cámara y se denomina “Mancha Cálida (o Southern Blob, en inglés), y se caracteriza por ser una región del océano Pacífico en que el agua se ha calentado mucho en los últimos años.
La Mancha Cálida, se encuentra ubicada al sureste de Nueva Zelanda en el Pacífico Sur Occidental, a miles de kilómetros de nuestra costa, y a pesar de su lejanía es capaz de alterar el clima en Chile de manera similar a como El Niño –otro de los personajes de esta trama– también lo hace. En la figura 1 se muestra la ubicación de la Mancha Cálida y la distancia aproximada con la costa chilena, así como también la ubicación del Pacífico ecuatorial central y otros personajes climáticos que veremos tienen mucho que ver con nuestra Megasequía.
NADA ES AL AZAR, TODO ESTÁ CONECTADO
Como en todas las series, las relaciones o conexiones entre los protagonistas detallan los eventuales sucesos que puedan darse. Esto también pasa con la Megasequía y nuestros sospechosos de siempre. Para entender todas las conexiones que hay entre las diferentes anomalías (rarezas o desviaciones de la normalidad) comenzaremos con el Pacífico ecuatorial, cuna de El Niño y que durante los últimos años ha visto una disminución en las lluvias y un ligero enfriamiento.
Cuando esta región presenta un cambio en las precipitaciones, como en este caso una disminución en las lluvias, se gatilla una ondulación que viajará miles de kilómetros por la atmósfera en forma de onda, lo que llamamos más técnicamente como propagación de onda de Rossby (figura 2). Esta onda es una sucesión de altas y bajas presiones que viajan lentamente y generan alteraciones a la circulación “normal”. En este caso, se favorece una baja presión muy cerca de la Antártica, en el mar de Amundsen-Bellingshausen la cual es parte de las alteraciones principales del clima mostradas en la figura 1. Lo anterior, es como si alguien en un extremo de una piscina golpeara el agua con su mano. Luego, una persona en el otro extremo de la piscina sentirá el golpe, pero en forma de una ola en el agua. En este caso, la persona que golpea sería el Pacífico ecuatorial central, la mano es la disminución en las lluvias, la persona que siente el golpe al otro extremo sería el Pacífico sur cercano a la Antártica y la ola sería la onda de Rossby.
Con esta onda establecida y la evidente perturbación que genera en los vientos, fijémonos ahora en la zona de alta presión anómala (marcada con una A en las figuras 2 y 3). Los vientos cercanos a la superficie en las altas presiones suelen ser más débiles, pero suficientes para transportar aguas cálidas desde el norte, como lo muestra la figura 3, pero también serán lo suficientemente débil como para que la evaporación que genera el viento sobre el agua disminuya.
¿Por qué será importante que se disminuya la evaporación? Bueno, porque la evaporación es un proceso de enfriamiento (como cuando se “seca” nuestro sudor) y si se reduce ese enfriamiento, pues tenemos calentamiento. Además, una zona de alta presión también favorece movimiento descendente de aire, lo que también genera calentamiento en la superficie y, como si no fuese ya suficiente, favorece cielos despejados lo que permitirá que el sol caliente aún más la superficie.
Resulta increíble como una alta presión anómala (que no suele estar ahí) es capaz de generar calentamiento debido a: transporte de aguas cálidas, reducción de la evaporación superficial, por aire descendente y por una mayor radiación. Esto da origen al protagonista de esta serie: La Mancha Cálida.
Con la Mancha Cálida bien formada debemos describir otro conjunto de perturbaciones que se generan a partir de su existencia (figura 4). En principio, vuelve a ocurrir esto de la propagación de onda, pero ahora por la existencia de una zona más cálida de lo normal (la Mancha misma). Esta nueva onda también favorece una baja presión cerca de la Antártica coincidiendo con la onda que viene del Pacífico ecuatorial central. Además, como su nombre lo indica, la Mancha Cálida es agua más caliente de lo normal, lo que eventualmente calentará el aire sobre ella y el viento lo transportará…
¿hacia dónde? hacia las cercanías de nuestro Anticiclón Subtropical, favoreciendo su fortalecimiento
Por último, la Mancha Cálida también ayuda a que los ciclones extratropicales (o sistemas frontales) cambien su trayectoria normal y viajen más al sur de lo habitual ayudados también por la presencia de esa baja presión cerca de la Antártica.
En resumen, la Mancha Cálida favorece las bajas presiones cerca de la Antártica, el fortalecimiento de nuestro anticiclón y el desvío hacia el sur de los sistemas frontales.
Fuente:https://blog.meteochile.gob.cl/2021/09/02/megasequia-en-chile-temporada-12-la-mancha-calida/