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27LABORATORIOtiernos y con mayor contenido de agua, disminuyendo nuevamente la materia seca.En invierno, entre julio y septiembre, las bajas temperaturas y elevada humedad del suelo limitan el crecimiento de las praderas, generando bajos porcentajes de materia seca.Finalmente, durante la primavera, entre los meses de octubre y noviembre, las praderas muestran un crecimiento vigoroso impulsado por el aumento de las temperaturas y la buena disponibilidad de nutrientes y agua. En esta etapa predominan tejidos j%u00f3venes con alto contenido de humedad, lo que se traduce en menores porcentajes de materia seca.PROTE%u00cdNA CRUDA (%PC)Con respecto al contenido de prote%u00edna cruda (figura 2), estos valores son normales y esperables. Esta variaci%u00f3n anual depende principalmente de la fertilizaci%u00f3n nitrogenada y el estado fenol%u00f3gico que se encuentre la pradera.Se logra apreciar una disminuci%u00f3n del porcentaje de prote%u00edna cruda en verano con respecto a las dem%u00e1s estaciones, esto se debe a que en verano la planta entra en un estado de supervivencia debido al estr%u00e9s por falta de agua. Para evitar la deshidrataci%u00f3n, cierra sus estomas, lo cual impide la absorci%u00f3n de CO2 necesario para la fotos%u00edntesis. Al disminuir la actividad fotosint%u00e9tica, la planta reduce la s%u00edntesis de nuevos compuestos como las prote%u00ednas.En oto%u00f1o e invierno, debido al bajo crecimiento que poseen durante estas estaciones, se genera una mayor concentraci%u00f3n de los nutrientes en los tejidos. Por eso se logra apreciar un alza en el porcentaje de prote%u00edna cruda.Durante la primavera, las condiciones de alta radiaci%u00f3n y temperaturas favorables impulsan un r%u00e1pido crecimiento de la pradera. Este alto crecimiento vegetativo (volumen) genera un efecto de diluci%u00f3n, ya que la planta prioriza la producci%u00f3n de biomasa estructural (hojas y tallos) sobre la s%u00edntesis de prote%u00ednas. Como resultado, el contenido de prote%u00edna cruda por unidad de masa tiende a disminuir levente en comparaci%u00f3n con el oto%u00f1o e invierno, aunque mantiene niveles %u00f3ptimos para la alimentaci%u00f3n animal.FIBRA DETERGENTE NEUTRO (%AFDNMO) Y ENERG%u00cdA METABOLIZABLE (EM).La fibra detergente neutro sin materia org%u00e1nica o sin ceniza (aFDNmo) representa la fracci%u00f3n estructural de la pradera (celulosa, hemicelulosa y lignina) y la energ%u00eda metabolizable (EM) representa la cantidad de energ%u00eda que tiene un alimento la cual ser%u00e1 utilizada por el animal.Las praderas presentan un comportamiento coherente y correcto con respecto al contenido de aFDNmo y EM, representadas en las figuras 3 y 4, respectivamente. A mayor aFDNmo, hay menor digestibilidad y energ%u00eda disponible.En el sur de Chile las praderas en verano poseen un alto contenido de aFDNmo debido a que el forraje tiene m%u00e1s tallo y lignificaci%u00f3n, por las altas temperaturas, generando baja digestibilidad y energ%u00eda. Desde marzo (inicios de oto%u00f1o) e invierno, las praderas crecen lentamente con tejidos tiernos y m%u00e1s hojas (incluyendo inicios de primavera) reduciendo el contenido de aFDNmo y aumentando los contenidos de energ%u00eda. A finales de primavera (noviembre-diciembre) vuelve Figura 1. Contenido de materia seca (%) en praderas del sur de Chile a lo largo del a%u00f1o.Figura 2. Contenido estacional de prote%u00edna cruda (%) en praderas del sur de Chile.Figura 3. Relaci%u00f3n entre el contenido de fibra detergente neutro (%aFDNmo)