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(MORALEJAS DE CAMPO- ANÓNIMO)

“Don Agustín era un hombre de campo, tuvo dos hijos, situación, así que entonces decidieron vender el campo.
Luis y Marco ambos estudiaron en la ciudad más cercana, Pero un día en que Luis comenzaba con el papeleo de la
al atardecer su padre los llamaba cada fin de semana venta, recibió un inesperado llamado, era su padre!. Don
puntualmente. Sus hijos lo admiraban mucho, ya que Agustín se había trasladado en el tiempo y llamaba a su
él enviudó cuando ellos eran muy pequeños y para hijo de 15 años para enseñarle el sexto valor, trabajo en
sobrellevar la situación de criar a sus hijos sin su madre, les equipo. Luis comprendió la importancia que tenía para
enseñó a cada uno los “valores” del campo: compromiso, su padre el campo y recordó todos los felices momentos
ayuda mutua, integridad, austeridad, prudencia y trabajo que vivió en su niñez junto a él. Lo habló con su hermano
en equipo, para Don Agustín esos valores eran la clave del y entendieron que esas tierras eran el gran legado que su
éxito, su familia era su propia empresa, trabajaba para padre les dejaba a sus hijos y nietos. No se gestionó la
ello. Un día Luis y Marco dejaron de recibir sus llamadas venta y ambos hijos decidieron “trabajar en equipo” en
de fin de semana, no le prestaron mucha atención, un proyecto social, el campo de su padre se transformó
luego el fin de semana siguiente tampoco recibieron la así en una casa de acogida para ancianos del sector rural.
llamada de su padre. Así que fueron al campo a verlo y lo
encontraron con una persona que lo cuidaba. Don Agustín “El Alzheimer borra la memoria, no los sentimientos”
de un momento a otro había olvidado. Pasó el tiempo
y ambos hijos no sabían qué hacer con su padre en tal

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