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COMERCIAL
ruminal: concentraciones de proteína de unión a lipopolisacáridos (LPS), de ácidos grasos volátiles (VFA) y lactato. Lamentablemente esta técnica es algo invasiva y poco utilizada en terreno.
5. Exámenes de sangre y plasma: Idealmente deberían tomarse también muestras sanguíneas pre-ingesta y 6 horas postprandial. Los parámetros buscados deberían ser: Proteína de unión a lipopolisacáridos (LPS) elevada, Betahidroxibutirato (BHB) elevado, Glucosa elevada, Haptoglobina (Hp) elevada, Proteína α-amiloide sérica (SAA) elevada. Incluir además TNF-α, IL-6 e IL-1β como indicadores específicos de la inflamación en el rumen puede resultar de gran ayuda.
¿CÓMO PREVENIR LA ACIDOSIS RUMINAL SUBAGUDA?
Se puede mitigar los riesgos de SARA a través de manejos cuidadosos, una evaluación constante de los animales y las raciones, y la inclusión de aditivos en la dieta; lo cual permitirá reducir la amenaza o los efectos de SARA en las vacas lecheras.
LEVADURAS: ¿SIRVEN REALMENTE?
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los probióticos son microorganismos vivos que cuando son administrados en cantidades adecuadas ofrecen un beneficio para la salud del hospedero. Además de bacterias, las levaduras son ampliamente utilizadas como probióticos.
YEA-SACC® 1026
Yea-Sacc® 1026 y Yea-Sacc® TS (versión termo estable) son cultivos de la cepa de la levadura Saccharomyces cerevisiae, cultivados sobre un medio de maíz amarillo molido, malta diastática y melazas de caña deshidratadas para preservar su capacidad fermentativa.
Saccharomyces cerevisiae es capaz de modular el ambiente ruminal generando, entre otros, los siguientes efectos:
Estabiliza y eleva el pH ruminal: Las fluctuaciones del fluido ruminal en el pH son inevitables, cualquiera sea el sistema de alimentación que se esté empleando. En muchos casos los niveles caen por debajo del óptimo después de la ingesta de alimento. Esto provoca una función reducida del rumen y hasta períodos de inactividad, cuando los niveles de pH están por debajo
de 5.0 (cuando la digestión de la fibra prácticamente se detiene). La suplementación con Saccharomyces cerevisiae aumenta la población de bacterias ruminales que utilizan el ácido láctico y, por ende, reducen la posibilidad de que el pH caiga por debajo del rango óptimo. El resultado es una digestión de la fibra más consistente en el tiempo. Bach realizó un ensayo con vacas fistuladas en el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) de España, en el 2005. Trató a un grupo de vacas alimentadas con Saccharomyces cerevisiae, cepa 1026 (Yea-Sacc® 1026) y midió el pH del líquido ruminal cada 15 minutos durante 7 días, para luego comparar los resultados con un grupo control no tratado. Los resultados mostraron que los animales suplementados con levaduras solo tuvieron un 11.1% del pH ruminal bajo 6.2, mientras que el grupo control llegó a 26.2%.
Favorece el ambiente anaeróbico: El rumen es una cámara fermentadora que funciona en óptimas condiciones cuando el oxígeno presente es reducido (anaerobiosis), pero cada vez que el animal deglute ingresa al rumen aire que contiene oxígeno. Y la presencia del oxígeno – al igual que de azúcares y pH ácido– destruye parte de las poblaciones microbianas normales del rumen, las que son anaerobias estrictas. Saccharomyces cerevisiae es un gran consumidor de oxígeno, lo que favorece la mantención anaerobia del rumen y, por tanto, mantiene a las poblaciones microbianas normales en su rango óptimo de funcionamiento. Newbold et al. (1996) demostraron que la cepa 1026 (Yea-Sacc® 1026) es capaz de generar condiciones más estrictas de anaerobiosis en el rumen. Este proceso disminuye así el efecto inhibitorio del oxígeno sobre la flora microbiana ruminal.
Disminuye la producción de ácido láctico: Los azúcares que ingresan al rumen, a través de las raciones, son transformados en gran medida en ácido láctico por efecto de la fermentación. Este ácido láctico disminuye el pH del rumen, generando un ambiente adverso para las bacterias benéficas y depletando sus poblaciones en beneficio de las acidófilas productoras del ácido láctico.
YEA-SACC® 1026 ES LA PRIMERA Y MÁS EFECTIVA LEVADURA DISEÑADA PARA LA ALIMENTACIÓN ANIMAL
Tiene un efecto inmunomodulador por sus tres principios básicos: de consumo de oxígeno, consumo de azúcares y regulación del pH. Favorece la proliferación de colonias de bacterias celulolíticas, bacterias consumidoras de ácido láctico, proteolíticas y anaerobios totales.
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