AGROCOLUN 60 | Sistemas de Ordeño Robótico - Factores del en la Salud Mamaria | Calidad de Leche

Los sistemas de ordeño robótico o AMS (por su sigla en inglés, Automatic Milking System) se introdujeron comercialmente por primera vez en Países Bajos en 1992 (Penry, 2018). En las últimas dos décadas, el número de predios que ordeñan sus rebaños mediante este sistema ha aumentado exponencialmente. En efecto, a comienzos del año 2000 se contaba con aproximadamente 1.250 unidades, mientras que a finales del año 2010 se superaron las 10.000 unidades. Hoy en día, se puede estimar que existen más de 38.000 unidades a nivel mundial, principalmente situadas en Europa Occidental y América del Norte (Hallén-Sandgreen y Emanuelson, 2017). 

El desarrollo y la implementación de los AMS ha sido impulsado principalmente por tres factores: avances en tecnología robótica y su aplicación a sistemas biológicos, el deseo de los productores lecheros de reducir las tareas manuales repetitivas del proceso de ordeño y el aumento en las dificultades de encontrar trabajadores confiables (Penry, 2018). En ese sentido, uno de los desafíos más importantes que el rubro debe enfrentar, es la mantención de la calidad de leche de sus rebaños. 

Diversos estudios reportan un aumento en los recuentos de células somáticas (RCS) posterior a la introducción de los AMS. No obstante, después de un período de adaptación de duración variable, que puede fluctuar entre 3 meses hasta 4 años, en general, se observa una disminución en este parámetro (Hagenboom y col, 2019). Cabe destacar, que los rebaños que han tenido una mala calidad de leche antes de la introducción de los AMS, mostraron una menor probabilidad de tener una buena salud mamaria posterior al cambio (Neijenhuis y col, 2010). En general, aunque pareciera que los AMS mostraran una tendencia inicial a generar una peor calidad microbiológica que los sistemas tradicionales, resulta relevante señalar que los parámetros de calidad de leche no dependen únicamente del sistema de ordeña, sino que se ve afectado por otras variables relevantes, tales como, la higiene de los accesos y caminos, patio de espera, rutina de lavado, entre otros, los cuales influencian la carga bacteriana que puede acceder a través de los pezones de las vacas (Hogenboom y col, 2019).

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Independientemente del sistema de ordeño, las exigencias de calidad de la leche son transversales. En ese sentido, existen ciertos factores importantes de considerar y que inciden en la salud mamaria de los rebaños con sistemas robóticos, estos son:

HIGIENE MEDIOAMBIENTAL Y PREPARACIÓN PREORDEÑO EN SISTEMAS DE ORDEÑO ROBÓTICO

En general, la higiene durante el ordeño tiene un efecto en la salud mamaria de las vacas, pues los patógenos pueden entrar por el esfínter del pezón durante la ordeña.

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FIGURA 1: DEFICIENTE HIGIENE MEDIOAMBIENTAL

Una higiene deficiente ha sido asociada con una mayor presencia de altos RCS, un mayor número de mastitis clínicas e incidencia de nuevas infecciones intramamarias (Figura 1). En los AMS, la limpieza y preparación preordeño, se efectúa mediante dispositivos automáticos, sin el control visual de un operario. El sistema de limpieza de los pezones es incapaz de distinguir entre un pezón limpio y uno sucio. Es por ello que en los AMS la presencia de pezones sucios previo al ordeño, representa un factor de riesgo para el desarrollo de una mayor proporción de vacas con RCS elevados. En un estudio neerlandés que involucró 151 predios con AMS, se detectó que el mecanismo de limpieza de los pezones, puede experimentar fallas técnicas principalmente en la postura de las pezoneras (Dohmen y col, 2010). Así mismo, algunos autores han encontrado que solo un 67% de las limpiezas preordeño son técnicamente exitosas. De acuerdo a los señalado por estos autores, este importante porcentaje de fallas se debe a la intranquilidad que muestran las vacas durante el ordeño, la presencia de excesivo pelaje en la ubre, además de una mala estructura y disposición de los pezones, lo que impide que la pezonera pueda posicionarse de buena forma (Hovinen y Pyorala, 2011).

FRECUENCIA DE ORDEÑO

El proceso de ordeño es diferente para cada vaca, pues el ordeño es voluntario y va a depender de la necesidad de cada una de ellas. En ese sentido, los permisos de ordeño juegan un papel fundamental en el control de los intervalos de ordeño, pues estos generalmente se otorgan de acuerdo a la producción proyectada para cada vaca, el tiempo transcurrido desde el último ordeño y los días en leche. En general, el número promedio de ordeñas diarias por vaca fluctúa entre 2,5 a 3 ordeñas (Neijenhuis y col, 2010). Estudios han demostrado que los AMS, al aumentar la frecuencia de ordeño, permiten obtener entre un 5-10% más de leche comparado con los sistemas tradicionales (Hogenboom y col, 2019). De la misma manera, Hale y col (2003) demostraron que aumentar la frecuencia de ordeño durante la lactancia temprana genera una mejor persistencia durante toda la lactancia. La literatura coincide en que una mayor frecuencia de ordeño, favorece la salud mamaria, pues permite una evacuación más frecuente de las bacterias que colonizan el conducto del pezón. No obstante, se debe lograr un equilibrio, pues un mayor número de ordeñas provee una mejor oportunidad para la invasión de bacterias si el esfínter del pezón no se cierra correctamente, como ocurre en las vacas con hiperqueratosis (florecimiento del pezón). Cabe señalar, que el tiempo ideal de recuperación es de 8 horas (Hammer y col, 2012). 

ORDEÑO INDIVIDUAL POR CUARTO

Los cuartos mamarios tienen características individuales de producción y tasa de flujo de leche. En los AMS, el ordeño se realiza por cuarto, lo cual significa que el retiro de la pezonera es personalizado y va a depender del flujo independiente de cada uno de ellos. Esta condición, permite reducir el sobreordeño, especialmente de los cuartos delanteros (Penry, 2018). En un estudio que involucró 15 predios neerlandés que instalaron AMS, se observó una menor presencia de problemas vasculares y un menor grado de hiperqueratosis en la punta del pezón. Además, el ordeño por cuarto inhibe la contaminación cruzada de los pezones de una misma vaca, no obstante, la transferencia de bacterias entre vacas puede ocurrir a través de las pezoneras. Esto se produce principalmente ya que la segregación de vacas con mastitis suele ser muy compleja, por lo que el sistema de lavado de las pezoneras entre vacas resulta ser clave (Hovinen y Pyorala, 2011). Cabe señalar, que independiente del sistema de limpieza (retrolavado o sistema a vapor), la reducción de patógenos no siempre es completa (Hovinen y Pyorala, 2011). Neijenhuis y col (2010) observaron que el retrolavado remueve el 98% de la presencia de Streptococcus agalactiae en pezoneras contaminadas. Sin embargo, Hovinen y Pyorala (2011) encontraron que posterior al ordeño de vacas infectadas con Staphylococcus aureus, la bacteria fue detectada en las pezoneras después de efectuado el retrolavado, tan a menudo como en las pezoneras de un sistema tradicional de ordeño sin este sistema de lavado.

APLICACIÓN DE DIPPING POS ORDEÑO.

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FIGURA 2: APLICACIÓN POCO CONSISTENTE DEL DIPPING POS ORDEÑO.

Todos los AMS que existen en el mercado, permiten la desinfección de los pezones posterior al ordeño, no obstante, la cobertura de estos no siempre es apropiada (Figura 2). En ese sentido, un estudio de 144 predios lecheros neerlandeses, determinó que en el 18% de los ordeños, los pezones no fueron cubiertos completamente por el desinfectante en spray. Además, la proporción de pezones no cubiertos fue asociada con un mayor número de vacas con nuevas alzas en los RCS (Dohmen y col 2010). La prevalencia de S. agalactiae, considerada como bacteria contagiosa, ha sido significativamente reducida a nivel mundial gracias a la implementación del plan de control de mastitis propuesto por la NMC (National Mastitis Council), que considera el uso del dipping como uno de los principales manejos para controlarla. Sin embargo, estudios como el de Svennensen y col (2019), demostraron que cepas de S. aureus como S. agalactiae encontradas en la glándula mamaria, también fueron pesquisadas en la piel del pezón, pudiendo esta última actuar como reservorio de estos microorganismos. Este último reporte, sugiere que la aplicación de dipping pos ordeño no fue eficiente en los AMS de los rebaños estudiados, de lo contrario, S. agalactiae no proliferaría y desencadenaría nuevas infecciones intramamarias.

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En resumen, los AMS han significado un avance importante para el rubro lechero en distintos aspectos, entre ellos la calidad de leche. Sin embargo, para que este sistema funcione de manera óptima, se debe complementar con una buena higiene medioambiental y ciertos manejos que permitan controlar de mejor manera las infecciones intramamarias del rebaño, como el uso de un dipping adecuado y la eliminación de vacas crónicas, así como también, el uso de valiosas herramientas para el diagnóstico y control, tales como, cultivos bacteriológicos individuales por vaca y análisis microbiológico del estanque (BTA).

Referencias

Dohmen W, F Neijenhuis, H Hogeveen. 2010. Relationship between udder health and hygiene on farms with an automatic milking system. J Dairy Sci 93, 4019-4033.

Hagenboom JA, L Pellegrino, A Sandrucci, V Rosi, P D´Incecco. 2019. Invited review: Hygienic quality, composition, and technological performance of raw milk obtained by robotic milking of cows. J Dairy Sci 102, 7640–7654.

Hale SA, AV Capuco, RA Erdman. 2003. Milk yield and mammary growth effects due to increased milking frequency during eartly lactation. J Dairy Sci 86, 2061-2071.

Hallén-Sandgren C, U Emanuelson. 2017. Is there an ideal automatic milking system cow and is she different from an ideal parlor-milked cow? 56th National Mastitis Council, New Prague, Pp: 61-68.

Hammer JF, JM Morton, KL Kerrisk. 2012. Quarter-milking-, quarter-, udder- and lactation level risk factors and indicators for clinical mastitis during lactation in pasture-fed dairy cows managed in an automatic milking system. Aust Vet J 90, 167-174.

Hovinen M, S Pyorala. 2011. Invited review: udder health of dairy cows in automatic milking. J Dairy Sci 94, 547-562.

Neijenhuis F, JW Heinen, H Hogeveen. 2010. Risk factors for udder health when milking with an automatic milking system. 5th IDF Mastitis Conference, New Zealand, Pp: 230-234.

Penry JF. 2018. Mastitis Control in Automatic Milking Systems. Vet Clin Food Anim 34, 439-456.

Svennesen L, SS Nielsen, YS Mahmmod, V Krömker, K Pedersen, IC Klaas. 2019. Association between teat skin colonization and intramammary infection with Staphylococcus aureus and Streptococcus agalactiae in herds with automatic milking systems. J Dairy Sci 102, 1-11.

Acerca del autor(es)

Médico Veterinario
Departamento de Calidad de Leche y Proyectos