Los actuales consumidores de productos de origen animal no sólo dirigen su mirada a la calidad sanitaria del producto, sino que se preocupan también por el bienestar de los animales que la producen. Es así que, para los consumidores, el bienestar animal se ha transformado a lo largo de los años en una de las prioridades más importante cuando deciden qué producto comprar (Vanhonacker y col., 2007, 2008). Sin embargo, cuando se les pregunta a los productores sobre cómo ven o interpretan la percepción que tienen los consumidores sobre el bienestar animal, muchas veces las respuestas no son cien por ciento representativas y se acercan más al concepto de “naturalidad” o lo asocian con volver a manejos tradicionales del pasado, el miedo en este sentido radica que bajo está mirada se podría cometer el error de trabajar bajo peores condiciones para los animales, por ejemplo con poca tecnología o infraestructura demasiado simple o deficiente. Por lo tanto, desde la vereda del productor o responsable de los animales del predio, tratar de entender la visión de los consumidores es un desafío importante para trabajar en la misma línea en pro de mejoras en bienestar.
En primer lugar debemos comprender que la interpretación que tienen las personas del concepto de bienestar animal puede variar de acuerdo a diversos aspectos, como son: sus convicciones (opinión de acuerdo a la manera que son las cosas), valores (opinión sobre como las cosas deberían ser), normas (conducta), conocimiento (dado por experiencias, hechos, historias vividas) e intereses (económicos, sociales y morales) (Te Velde y col., 2002). Sumado a lo anterior y no menos importante, otro autor señala 3 factores como determinantes estructurales de la actitud de las personas con respecto al bienestar animal, ello son: factores relacionados al lugar donde se encuentran, rural/urbano (el señala que personas de origen rural o con experiencia con animales tienden a tener menor preocupación por el bienestar animal que personas de la ciudad), factores sociales (genero, clase socio-económica, edad, estatus de la familia; por ejemplo: mujeres muestran una mayor preocupación por el estatus de bienestar de los animales que los hombres) y en último lugar los factores individuales, relacionados a experiencias personales con animales (Kendall y col, 2006).
Por otra parte debemos tener en cuenta que muchas veces las actitudes negativas del público hacia los sistemas productivos con animales, se asocian a ignorancia y falta de conocimiento de cómo se realizan en la realidad los manejos con animales (Hotzel y col, 2017). Por lo cual es fundamental fomentar la educación de la población en estas materias y en lo posible transparentar los procesos productivos a la comunidad. Es por ello y en virtud de establecer un equilibrio entre bienestar y producción, que el desafío es entender de la mejor manera posible la percepción que tienen los consumidores sobre bienestar animal y de esta manera y con el apoyo de la ciencia, se puedan concentrar todos los esfuerzos en mejorar las áreas del bienestar que aún pueden estar deficientes en algunos predios lecheros. Un ejemplo de lo anterior podría ser que desde el punto de vista de los consumidores el infringir dolor a un animal es considerado maltrato o simplemente una maldad, pero en la práctica este tipo de manejos muchas veces son rutinarios como es el caso del descorne y/o castración, y más que prohibirlo (ya que muchas veces resultan necesarios), se debe velar por la mitigación del dolor en este tipo de prácticas, utilizando anestesia y analgesia recetada por su médico veterinario de cabecera, además de realizarlo en el momento adecuado y por personal idóneo. Sin embargo, aún es frecuente encontrar productores que realizan este tipo de manejos rutinariamente sin ningún tipo de analgesia y/o anestesia que considere el manejo del dolor (Hotzel y col, 2017). Ejemplos al respecto hay muchos, por citar algunos están los manejos realizados con vacas cojas, eutanasia humanitaria donde la mitigación del dolor también juega un rol importante en las decisiones a tomar dentro del predio. Nuevamente recordar que lo principal es mirar y analizar la realidad particular da cada plantel lechero y trabajar en aquellas áreas deficientes que pueden mejorar.
Para tener presente, entre los manejos que los consumidores asocian a falta de bienestar en lecherías se mencionan:
- Rápida separación de la madre de su cría posterior al parto
- Corte de cola
- Descorne y castración con nula o escaza anestesia yanalgesia
- Escaso o nulo acceso a pasturas
- Utilización de ternereras individuales
A modo de análisis, cuando nos referimos específicamente al primer punto sobre la separación de la madre de la cría tempranamente, es importante entender la opinión de la población al respecto y por qué se asocia a una disminución del bienestar. Un estudio realizado en Brasil describe que cuando se le pregunto a las personas cual eran lasrazones por las cuales se oponen o rechazan esta práctica, el 36% de los encuestados señalo que el contacto temprano es importante para ambos (madre y cría), argumentando que es beneficioso, crucial y/o natural. Un 30% restante responde que permitir el contacto es algo natural, considerando que el cuidado maternal forma parte de un proceso natural en cada especie (Hotzel y col 2017). También en el mismo estudio hubo personas que asociaron este hecho con una preocupación ética y lo relacionan con términos como “es una práctica inadmisible o poco justa”. Está práctica comúnmente presenta opositores, pero también existen personas que la defienden. En este sentido antes de tener una posición a favor o en contra es importante estar informados de lo que señala la literatura como ventajas y desventajas:
- Ventajas de mantener a la madre con la cría: el contacto de la vaca con su cría estimula la expulsión temprana del meconio y estimula su función digestiva (Metz y Metz, 1986); produce mejor ganancia de peso (Flower y Weary, 2001); menor mortalidad (Ventura y col, 2013) etc.
- Desventajas de mantener a la madre con la cría: el contacto prolongado aumenta el riesgo de los terneros de tener una inadecuada transferencia pasiva (no se sabe si el recién nacido efectivamente consume la cantidad adecuada de calostro y en qué momento lo hace), aumenta el riesgo de presentar diarrea y de generar infección con mycobacterium (Ventura y col, 2013). Sin embargo, no se sabe a ciencia cierta si este mayor riesgo en la salud de los terneros está dado específicamente por la separación o está relacionado con factores ambientales (manejo y estabulación) (Rushen y col, 2007).
Además, en este punto no sólo existe preocupación por la salud e integridad del ternero, sino también por la salud de la madre. En este sentido la literatura señala que la succión del pezón por el ternero está asociada a una disminución en la retención de placenta, además tiene efectos positivos en la salud de la glándula mamaria y previene la mastitis (Krohn, 2001).
En relación a otro punto bastante típico en la realidad del sur chileno como es el sistema productivo a pastoreo, este manejo es considerado por los consumidores como algo positivo para los animales si se compara con animales mantenidos bajo sistemas con estabulación, las razones se relacionan con que es algo natural, donde además existe consumo de alimento natural no son alimentados con alimentos que mayormente busquen aumentar la producción láctea, también es asociado con que animales en pastoreo tienen mayor libertad de movimiento, libertad para expresar sus conductas y menor estrés, incluso algunas personas lo relacionan con una interacción más ecológica o sustentable (Hotzel y col, 2017).
En general, la visión de los consumidores sobre los sistemas productivos con animales más que estar absolutamente en contra de los procesos apunta de alguna manera al cumplimiento de las 5 libertades de los animales (libres de hambre y sed, libres de poder expresar su comportamiento en forma natural, libres de incomodidad, libres de dolor lesión o enfermedad, libres de miedo). Por lo tanto, el desafío como productor es seguir trabajando para proveer las condiciones de vida adecuadas para ellos. Para lograrlo es importante revisar periódicamente la infraestructura del lugar donde se trabaja, revisar los manejos realizados, capacitar al personal a cargo en materias de bienestar animal, conocer la conducta de los animales y sobre todo velar por una adecuada salud del rebaño. Recordemos que la mayoría de los productores, científicos que trabajan con animales de lechería y muchos veterinarios concuerdan en que altos niveles de producción de leche están asociados a buena salud, lo cual es la más clara evidencia de altos estándares de bienestar animal (Von Keyserlingk y col, 2009).
Referencias:
Flower, F. C., Weary, D. M. 2001. Effects of early separation on the dairy cow and calf: 2. Separation at 1 day and 2 weeks after birth. Applied Animal Behaviour Science, 70(4), 275-284.
Hötzel M.J., Clarissa S. Cardoso, Angélica Roslindo, Marina A.G. von Keyserlingk. 2017. Citizens’ views on the practices of zero-grazing and cow-calf separation in the dairy industry: Does providing information increase acceptability? Journal of Dairy Science, Volume 100, Issue 5, pp. 4150-4160.
Kendall, H., L. Lobao and J. Sharp. 2006. “Public concern with animal well-being: place, social structural location, and individual experience.” Rural Sociology 71 (3): 399- 428.
Krohn, C. C. 2001. Effects of different suckling systems on milk production, udder health, reproduction, calf growth and some behavioural aspects in high producing dairy cows—a review. Applied Animal Behaviour Science, 72(3), 271-280.
Metz, J., Metz, J. H. M. 1986. Maternal influence on defecation and urination in the newborn calf. Applied Animal Behaviour Science, 16(4), 325-333.
Rushen, J., De Passillé, A. M., Keyserlingk, M. A., Weary, D. M. 2007. The welfare of cattle (Vol. 5). Springer Science & Business Media.
Te Velde, H., Aarts, N., Van Woerkum, C. 2002. Dealing with ambivalence: farmers’ and consumers’ perceptions of animal welfare in livestock breeding. Journal of agricultural and environmental ethics, 15(2), 203-219. Vanhonacker, F., W. Verbeke, E. Van Poucke, F.A. Tuyttens. 2007. Segmentation based on consumers’ perceived importance and attitude toward farm animal welfare Int. J. Soc. Food Agric., 15 (2007), pp. 91-101.
Vanhonacker, F., W. Verbeke, E. Van Poucke and F. Tuyttens. 2008. “Do citizens and farmers interpret the concept of farm animal welfare differently?” Livestock Science, 116, pp. 126-136.
Ventura, B. A., Von Keyserlingk, M. A. G., Schuppli, C. A., Weary, D. M. 2013. Views on contentious practices in dairy farming: The case of early cow-calf separation. Journal of Dairy Science, 96(9), 6105-6116.
Von Keyserlingk, M.A., J. Rushen, A.M. de Passillé, D.M. Weary. Invited review: The welfare of dairy cattle—Key concepts and the role of science. J. Dairy Sci., 92 (2009), pp. 4101-4111.