Paratuberculosis bovina es una enfermedad infecciosa crónica e incurable de distribución mundial que afecta a rumiantes domésticos y salvajes. Produce una enteritis granulomatosa crónica, caracterizada por diarrea persistente y enflaquecimiento progresivo. Ocasiona cuantiosas pérdidas económicas por menor producción (se estima que los portadores asintomáticos producen un 15-16% menos de leche, con pérdidas aproximadas de 590 a 1270 kg de leche por lactancia), eliminación prematura de animales infectados, menor valor comercial de canales y elevados costos de los programas de control. Es producida por la bacteria Mycobacterium avium subesp. paratuberculosis (MAP) la cual es eliminada profusamente durante la fase clínica, contaminando praderas e instalaciones ganaderas persistiendo durante un largo tiempo en estos lugares.

Actualmente en Chile existe un programa de «Certificación oficial de rebaños o planteles en paratuberculosis bovina», el cual es de carácter voluntario y de costo del privado, teniendo como objetivo establecer los lineamientos y normas para lograr la certificación oficial de rebaños libres de Paratuberculosis, uniéndose así a países como Australia, Noruega, Islandia, Japón, los Países Bajos y Estados Unidos, que cuentan hace varios años con programas de control.

Animales susceptibles y Vías de transmisión

La enfermedad se transmite por ingestión de alimentos y bebidas contaminadas y la susceptibilidad a infectarse es mayor en los terneros durante los primeros seis meses de vida, especialmente en los primeros 30 a 60 días, ya que el recién nacido está expuesto en la maternidad a las hembras con las ubres contaminadas con materia fecal o directamente por la ingesta de calostro o leche de vacas infectadas. Pese a desarrollar resistencia, algunos animales adultos pueden infectarse si hay suficientes bacterias en el ambiente, alimento o agua, pero rara vez desarrollan los signos clínicos ya que generalmente se descartan antes por problemas reproductivos o edad avanzada.

Debido al extenso periodo de incubación los animales enfermos pueden excretar el microorganismo por las heces durante 15 a 18 meses antes de presentar sintomatología clínica. El riesgo de contagio se incrementa cuando el animal está en la fase clínica ya que excreta entre 1,3 x 105 y 5,9 x 109 microorganismos por gramo de materia fecal. 12

Signos Clínicos

Un pequeño porcentaje de animales infectados presenta signos clínicos y raramente antes de los 2 años de edad, la mayoría de estos casos clínicos se encuentran entre 2 y 6 años. Se estima que por cada caso clínico hay 25 casos inaparentes de vacas infectadas.

La enfermedad en su curso clínico se caracteriza por ser afebril, con pérdida de peso progresiva hasta llegar a la emaciación a pesar de buen apetito, edema submandibular, mala calidad de pelaje y diarrea intermitente que en estadios terminales pasa a ser crónica. En otros animales los signos observados son solamente debilidad general, disminución en la producción esperada de leche e incremento de la susceptibilidad a otras enfermedades infecciosas. También se observan problemas reproductivos como abortos e infertilidad. Hay antecedentes de que la presencia de la infección en el rebaño incrementa la incidencia de mastitis e infertilidad y acorta la expectativa de vida de los animales.

Los animales de los rebaños infectados se pueden clasificar en 4 grupos:

  1. Clínicamente enfermos: Grandes diseminadores con altos niveles de anticuerpos
  2. Diseminadores esporádicos: Sin signos clínicos excepto por disminución de la producción y niveles detectables de anticuerpos
  3. Animales portadores: No son detectados por serología o cultivo de heces.
  4. Animales resistentes no infectados: Nunca se infectaron o desarrollaron inmunidad activa protectiva eliminando al (MAP).

Diagnóstico

De acuerdo al programa de control de paratuberculosis las pruebas para el diagnóstico invidivual y de rebaño son las siguientes:

Cultivo fecal: Esel método de cultivo más común yse considera el «gold standard» en el animal vivo. La especificidad del cultivo se considera 100%. Puede ser invidividual, de un pool de animales, ambiental o de tejidos, sin embargo es costoso y en medio sólido requiere 3-4 meses para los resultados.

ELISA: Utilizada para la detección de anticuerpos circulantes anti-Map tanto en suero sanguíneo como en leche. Actualmente es la prueba más indicada ya que permite analizar muchas muestras además de ser económica y sencilla de realizar. Se recomienda utilizar en casos clínicos o preclínicos ya que estos tienen mayores niveles de anticuerpos.

PCR: Para detectar la presencia de Map, a través de pruebas moleculares.

Histopatología: Demostración de la respuesta inflamatoria y la presencia de Map en cortes histológicos de mucosa intestinal (ileon) y nódulos linfáticos mesentéricos.

El instructivo técnico para el programa de «Certificación oficial de rebaños o planteles en paratuberculosis bovina», hace mención al uso de las pruebas diagnósticas para clasificar y sanear los rebaños, indicando tamaños muestrales y las pruebas indicada para cada etapa del programa en ejecución. Actualmente el Laboratorio Agropecuario de COLUN realiza los servicios de ELISA e Hispatología para el diagnóstico de Paratuberculosis Bovina, con lo que según lo establecido por el SAG se puede clasificar al rebaño como probablemente infectado y debe ser confirmado mediante cultivo fecal o PCR.

Control

Cuanto más precozmente se detecten a los animales serológicamente positivos eliminándose junto a los clínicamente enfermos, antes se reducirá el impacto de la enfermedad porque se interrumpe la cadena de transmisión y disminuye la contaminación ambiental.

En establecimientos con altos porcentajes de mortalidad y casos clínicos, el período de incubación se acorta y los signos clínicos de la enfermedad se observan en animales cada vez más jóvenes. Por eso se recomienda iniciar las pruebas serológicas a partir del año de edad, porque en estas situaciones la respuesta inmune también se detecta antes.

Por último, entregamos a usted un conjunto de recomendaciones que se encuentran dentro del programa de «Certificación oficial de rebaños o planteles en paratuberculosis bovina», para la prevención y control de la enfermedad:

  1. Los terneros deben nacer en un entorno limpio y seco con mínima contaminación fecal y llevarlos a un área libre de contaminación de estiércol de adultos dentro de dos horas de su nacimiento.
  2. Debe evitarse la contaminación con fecas del alimento y agua de bebida.
  3. Las empastadas contaminadas con Map son teóricamente importantes como un medio de transmisión, pero no más que otros modos de transmisión y mucho más difícil de controlar.
  4. Animales infectados con Map excretan la bacteria en su leche. Esto ocurre más a menudo en las vacas que presentan signos clínicos, pero también ocurre en animales asintonáticos,
  5. Debido a que ninguna prueba de diagnóstico puede detectar todos los animales infectados se recomienda evitar la lactancia natural.
  6. Se recomienda el uso de sustitutos lácteos.
  7. Minimizar el riesgo de transmisión de infección por Map en calostro siguiendo las siguientes reglas:
    a) Solo use calostro de animales ELISA negativo.
    b) No use pool de calostro originados en múltiples animales.
    c) Limpieza profunda de ubre y pezones antes de la colecta de calostro.
  8. Analizar caso a caso, especialmente a los hijos de madres infectadas, de lo contrario puede tomar dos o más años determinar si el joven animal se infectó y esto será el tiempo perdido en la búsqueda de control o erradicación del Map del rebaño.

Bibliografía

 

KRUZE, J., J. P. SOTO, S. LEIVA. 2001. Diagnóstico bacteriológico y serológico de Paratuberculosis bovina en rebaños lecheros del sur de Chile. Proc. XXIV Reunión anual SOCHIPA. Santiago, Chile. Pp. 532-533.
SOTO, J. P., J. KRUZE, S. LEIVA. 2002. Aislamiento de Mycobacterium avium subsp. paratuberculosis defecas en rebaños lecheros infectados mediante el Método de Cornell Modificado. Arch. Med. Vet. 34: 275-282.
Instructivo de Norma Tecnica de clasificación sanitaria de rebaños en paratuberculosis bovina o enfermedad de Johne, Servicio Agrícola Ganadero, Ministerio de agricultura, Gobierno de Chile