Los cultivos suplementarios son aquellos cultivos que permiten satisfacer las necesidades nutricionales de nuestro ganado, cuando las condiciones climáticas o de suelo, hacen que las praderas no puedan cumplir con ellas completamente. Existen una amplia variedad de estos, entre los cuales se encuentran la alfalfa, remolacha forrajera, achicoria, brásicas y maíz forrajero. En este artículo se discutirán los costos de estos 2 últimos.
Maíz forrajero: El maíz forrajero es una de las mejores alternativas existentes en el mercado por su valor nutricional, principalmente su tenor energético (2.5 – 2.7 Mcal EM/kg MS) y el volumen de materia seca que produce. Se estima que entre Temuco y Los Muermos se siembran cada temporada alrededor de 15.000 hectáreas de maíz forrajero.
La época de siembra es entre septiembre y noviembre, y la elección del híbrido depende de las condiciones agroclimáticas de cada zona. En base a esto, se elige la precocidad del híbrido para lograr la cosecha en un adecuado estado de madurez, entre los meses de marzo y abril.
Varios expertos, señalan que los productores de la zona sur manejan bien el proceso productivo de maíz forrajero, y que la mayor preocupación es que sepan determinar bien el momento de cosecha y que el proceso de cosecha tenga un óptimo de picado de planta y de rotura del grano para su mejor utilización en alimentación de ganado. Dentro de los factores externos que han afectado al cultivo en los últimos años, están las heladas que han causado serios problemas de rendimiento. Una forma de resguardar su producción es tomar seguros que compensen en parte las perdidas por heladas.
Considerando lo anterior, los rendimientos son muy importantes para definir el costo de materia seca que se está obteniendo, más en un año en el que el ítem más relevante, fertilizantes, han aumentado en más de un 30% su valor.
Cuando recién se empezó a utilizar este cultivo en la zona, se alcanzaban altos rendimientos sin riego (18- 20 ton/Ms ha). Sin embargo, en los últimos años estos rendimientos se han visto mermados por las condiciones climáticas, fuertes heladas, sequías extensas. Es por esto, que volver a un nivel de 16 a 17 ton MS/ha es muy importante para lograr obtener un kilo de materia seca a un nivel que permita mantener el costo de las raciones.
En el cuadro 1 se asumió una pérdida de 15% para visibilizar el efecto que estas tienen el costo de materia seca, es importante destacar que cuando no se tiene un buen sistema de suplementación o entrega del maíz forrajero, estás pérdidas pueden a aumentar fácilmente a un 20% y en casos extremos a un 30% con el consiguiente aumento de costo de MS.
Es importante destacar que normalmente post cosecha de maíz se siembra avena la que aporta para el invierno entre 2 a 3 toneladas de MS, con solo gasto de semilla y servicio de siembra y que se puede considerar que esa superficie de maíz aporta estas toneladas de MS extra para la época invernal.
Brasicas: Por otro lado, se tiene las Brásicas Forrajeras que son ampliamente usadas en la alimentación animal debido a su rápido crecimiento, alto rendimiento y valor nutritivo. El buen valor nutritivo se enfoca en su alta concentración de nutrientes, caracterizados por las concentraciones medias de proteína (130 – 193 g/ kg MS) y altos niveles de energía metabolizable (2,6 – 3,3 Mcal kg-1 MS).
En general se siembran entre octubre y noviembre, siendo utilizados desde mayo a julio en el caso de las coles, rutabaga y raps de invierno. La rutabaga se utiliza para pastoreo directo, mientras que el raps y las coles pueden ser además ofrecidas en forma de soiling. Una de las principales desventajas de estos cultivos es el difícil control de malezas de la misma familia como son el yuyo y el rábano.
Viendo las diferencias en el costo del kilo de materia seca y lo que eso puede impactar en el costo por litro de una lechería, es que es necesario apuntar a niveles de rendimiento por sobre 10 toneladas de materia seca en el caso de coles y raps forrajes. La misma relación se da para los nabos.
Este año, en particular, el aumento del costo de los insumos, ha provocado que el costo de producción de estos cultivos aumente, por lo tanto, maximizar rendimientos y minimizar las pérdidas toma mayor importancia, siendo muy relevante enfocar las estrategias de uso de praderas y cultivos suplementarios junto a su asesor agronómico, nutrición y su asesor del departamento de gestión agrícola.
Como siempre, si tiene dudas o consultas sobre este tema no dude en consultar con los profesionales del Área de Agroservicios de su Cooperativa.